La violencia entre facciones tribales se cobra otros 30 muertos en Kenia
Helicópteros militares disparan balas de goma contra cientos de kikuyus armados
Helicópteros militares dispararon ayer balas de goma y lanzaron gases lacrimógenos contra cientos de kikuyus armados con machetes y palos que se disponían a atacar a refugiados de la etnia rival lúo en la localidad de Naivasha, poco después de que fuese asesinado a tiros el diputado Melitus Mugabe Were, miembro del Partido Democrático Naranja (ODM) del líder opositor Raila Odinga, ambos de la citada etnia lúo.
Mientras la violencia causaba al menos 30 muertos desde la noche del lunes en El Doret, Naivasha, Naikuru, Kisumu, y Nairobi, el presidente Mwai Kibaki y su rival Odinga iniciaban ayer negociaciones de paz con la mediación del ex secretario general de la ONU Kofi Annan.
La intervención militar en Naivasha se produjo poco después de que unos camiones de la policía intentasen evacuar a centenares de lúos, y ante su incapacidad para controlar la masa enfurecida de kukuyus, los helicópteros militares acudieron en su ayuda. Hubo un muerto por disparos de la policía. La etnia kikuyu fue víctima durante los días que siguieron a las elecciones presidenciales del pasado 27 de diciembre de la ira de los lúos. La oposición acusó a Kibaki de haber sido reelegido a través de un recuento fraudulento, a lo que siguieron algunos ataques y asesinatos con los kikuyus como objetivo. Desde finales de diciembre, los enfrentamientos étnicos han causado más de 850 muertos en el país y provocado el desplazamiento de 250.000 personas.
Were fue asesinado de dos tiros en los ojos a la puerta de su domicilio en el barrio popular de Kibera, en la capital, Nairobi, lo que ha calentado aún más los ánimos en la barriada de chabolas, uno de los bastiones de la oposición y escenario de fuertes enfrentamientos. Tanto el ODM como el Gobierno han hecho un llamamiento a la calma. El presidente Kibaki prometió una investigación sobre el "odioso" asesinato.
Ayer murieron cuatro personas en Kibera, tres de ellas a golpe de machete, además de haberse registrado varios casos de castraciones, según testigos. La amputación de los miembros sexuales es una de las prácticas que ejecutan los mungikis, una secta violenta de la tribu de los kikuyus, informa Efe. En otros puntos del país, especialmente en la región del valle del Rift, la tensión también se mantenía ayer.
Esta espiral de violencia ha incrementado las dudas sobre las negociaciones de paz lanzadas ayer con la mediación de Kofi Annan para acabar con la crisis. Annan reunió de nuevo a Kibaki y Odinga, a quienes urgió a restaurar la paz "lo antes posible".
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