La candidata necesita 'lifting'
La Torre de Hércules será remozada para aspirar a Patrimonio de la Humanidad
Oculto por la pantalla de celebraciones, homenajes y actos promocionales que se suceden desde su elección como candidata de España a engrosar el Patrimonio de la Humanidad, el deterioro de la ancestral Torre de Hércules continúa avanzando. Siguen sin definirse las urgentes reformas y reparaciones que necesita el faro en funcionamiento más antiguo del mundo. Sin embargo, tras negarlo durante años, las autoridades estatales (puerto) y locales (ayuntamiento), que comparten la gestión del emblema de A Coruña, reconocen por primera vez la necesidad de acometer con urgencia reformas y mejoras profundas así como buscar financiación para costearlas.
Técnicos de la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta esperan tener listo a finales de este mes un informe sobre el estado de la Torre que permitirá diagnosticar sus males y proponer soluciones concretas. El tiempo apremia. En menos de un mes, la Unesco seleccionará, entre una larga lista de monumentos de todo el planeta, los 47 candidatos que, previa inspección, competirán por obtener en 2009 la declaración de Patrimonio de la Humanidad. "El abandono de la Torre es evidente", admite el teniente de alcalde, el nacionalista Henrique Tello, "y hasta ahora hubo más preocupación por organizar celebraciones de su candidatura que por definir las obras que requiere". Tello quiere implicar a todas las administraciones en el plan de gestión, uso y conservación de la Torre, que espera tener en febrero y empezar a ejecutar entre abril y mayo de este año. "Va a ser clave porque la Unesco no nos va a juzgar por las fiestas que hagamos sino por ese plan de actuación y mejora. Nunca se hizo y queremos actuar con urgencia", advierte el teniente de alcalde, también responsable municipal de Turismo. Buscar financiación para esas obras también preocupa a Tello, quien ya comenzó a recabar ayudas entre instituciones y empresas y pretente recurrir al ministro de Cultura, el coruñés César Antonio Molina.
"Se ha pensado más en las celebraciones que en definir las obras que requiere"
Patrimonio prepara un diagnóstico de sus males para proponer remedios
El emblema de A Coruña arrastra graves problemas de erosión que preocupan a los técnicos de Patrimonio. Las grietas, alguna del tamaño de un puño en varias de sus características ventanas, se hacen cada vez más visibles. Las goteras y filtraciones que padece la edificación en su interior desde hace años están, de momento, neutralizadas gracias a que el actual invierno es seco y a obras urgentes de sellado que aún no demostraron su eficacia. La Torre carece de oficina de información y atención al visitante y de señalizaciones adecuadas, y la instalación eléctrica está caduca. Y si evidente es el deterioro de los sillares del monumento, reconstruido en su versión actual neoclásica en 1791, también lo es la necesidad de mejorar y adecentar las excavaciones romanas de su base, restos de la edificación original erigida en el siglo II, según cuenta la leyenda, como símbolo de la victoria de Hércules sobre el gigante y temido Gerión.
El alcalde, el socialista Javier Losada, admitió, en declaraciones a este diario, la necesidad de buscar la colaboración de la Xunta para "darle una vuelta y mejora" a esas excavaciones romanas, punto de partida de la visita del interior de la Torre, abierta al público desde 1996. Losada también reconoce que la Autoridad Portuaria, propietaria de una señal marítima que sigue siendo imprescindible para entrar en el puerto de A Coruña, "tendrá que hacer las reparaciones lógicas de un monumento que está a la intemperie". La propia linterna del faro, reformada hace más de una década, "se quedó obsoleta" y requiere cambios, apunta el regidor.
Losada rebaja la intensidad de las reivindicaciones de quienes creen urgente acometer mejoras y frenar el progresivo deterioro del monumento, como defiende su socio de gobierno, Henrique Tello. "El entorno de la Torre, su parque, es uno de los más espectaculares de A Coruña porque ha sido recuperado hace una década. Si no conseguimos la declaración de Patrimonio de la Humanidad en 2009, lo conseguiremos en el 2010 o en el 2011". Pero Tello tampoco comparte esa visión optimista. Considera urgente poner señalizaciones adecuadas y folletos de información. La mayoría de los visitantes, apunta, no sube al mirador ni tampoco recorre sus inmediaciones por desconocimiento.
