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Touriño reclama un "consenso global" por el territorio

El presidente considera 2007 un año de "estabilidad y progreso" en Galicia

El presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, despidió 2007 con un discurso institucional en el que reivindicó "consensos globales y generosos" de las fuerzas políticas en materia de ordenación del territorio y de medio ambiente. Touriño apeló a la unión de los partidos y de la sociedad para afrontar los "grandes desafíos" de Galicia en 2008, que centró precisamente en el territorio y el medio ambiente.

En su tercer mensaje de Fin de Año desde que preside la Xunta, abogó Pérez Touriño por el diálogo y por evitar la "confrontación estéril", para aplicar en la comunidad autonóma "los mismos criterios que rigen en el mundo global". Touriño aludió al documental sobre el cambio climático de Al Gore Una verdad incómoda, para asegurar que esas "verdades incómodas" existen tambien a escala gallega, relacionadas con el medio ambiente y la ordenación territorial.

"El consenso es la vía para avanzar en la construcción de esa Galicia más próspera, más justa, más equilibrada que deseamos", agregó el titular de la Xunta, aunque hizo hincapié en que durante el año que terminó su Gobierno progresó "en la configuración del territorio como espacio para vivir, convivir y preservar", y en la "potenciación del sistema educativo y de la innovación, en la proyección en los mercados internacionales y en el fomento de la sociedad del conocimiento".

Las realizaciones de su Ejecutivo hicieron de 2007 un año de "estabilidad y progreso", según el presidente de la Xunta. "Estabilidad institucional, la fuente que alimenta la confianza de los emprendedores y de los ciudadanos en general", manifestó, y "estabilidad social, el mejor fertilizante para que florezcan, vigorosos, los frutos del desarrollo".

Subrayó Touriño la evolución del empleo en Galicia en los últimos doce meses, cuando la población activa del país superó la cifra de 1,3 millones de personas. "Nunca, hasta ahora, había dispuesto Galicia de tantos brazos y cerebros involucrados en la tarea de crear riqueza", manifestó. También apeló al "progreso" registrado en materia de derechos sociales, con avances en la atención de los dependientes, la ampliación de los derechos de los pacientes, el reconocimiento del trabajo en igualdad de las mujeres, la protección y apoyo a la víctimas de la violencia doméstica o la extensión de la gratuidad de los libros de texto.

Otro de los ejes de su discurso lo constituyeron el himno gallego, que en 2007 cumplió su primer centenario, y los emigrantes, a quienes consideró "el mejor modelo de los bos e xenerosos que proclama el himno de Eduardo Pondal y Pascual Veiga". Los gallegos en el exterior devolvieron a su tierra, "acrecentadas, las oportunidades que ésta les negó". "Tendieron los puentes que proyectan Galicia al exterior y abrieron los poros de nuestra tierra a todos los vientos y acentos culturales", declaró Touriño.

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Todas estas apreciaciones de su discurso de Nochevieja no tardaron en ser replicadas por el Partido Popular, que acusó al presidente de la Xunta de mantenerse "alejado de las inclemencias económicas que afectan a la mayoría de los gallegos". El secretario general del PP de Galicia, Alfonso Rueda, echó en falta "una reflexión autocrítica" de Touriño, al que acusó de vivir aislado en su residencia oficial de Monte Pío, en Santiago. En concreto, Rueda recriminó al titular de la Xunta que eludiera las referencias "a las cuestiones que más preocupan a los gallegos", que en su opinión son la subida de los precios, la precariedad laboral, las dificultades para el acceso a la vivienda y "el deterioro de la sanidad pública".

Emilio Pérez Touriño, durante su discurso de Nochevieja.
Emilio Pérez Touriño, durante su discurso de Nochevieja.

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