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Una empleada de la clínica de abortos suspendida sufre agresiones

La víctima, amenazada ayer de nuevo, fue golpeada ante su casa hace un mes

Oriol Güell

Son jóvenes, bien vestidos y ocultan el rostro con una bufanda. Aguardan escondidos en un portal o tras una esquina a que su víctima esté sola. Entonces, la amenazan y la insultan. Hace 25 días fueron a más: la esperaron en el portal de su casa y le propinaron dos puñetazos. Uno le dejó la cara amoratada e hinchada durante cuatro días; el otro, una contusión en las costillas que aún le duele. Ayer, tras la decisión de la Consejería de Sanidad de suspender la práctica de abortos en el Instituto CB Medical Ginemedex por supuestas irregularidades, en el que trabaja la víctima, un desconocido se le acercó y le susurró: "Hemos ganado, asesina".

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"Vivo en un estado de ansiedad constante. No sé por dónde pueden salir. Tengo miedo de las sombras", explica esta mujer de 50 años y luchadora histórica del feminismo en la región que pide anonimato por razones de seguridad. Relata que desde hace siete meses está de baja por las amenazas que recibe. "Los sectores más reaccionarios están envalentonados. Se atreven cada vez a más y actúan con total impunidad. No hay otra forma de entender que nadie pueda detener esto", añade.

La víctima trabaja en que la Consejería de Sanidad clausuró su actividad en la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) por presuntas irregularidades en la firma y contenido de las historias clínicas.

La mujer amenazada y agredida considera que todo forma parte de una campaña de la "derecha pura y dura". "Si hay alguna irregularidad, que la demuestren. Pero nada de esto justifica el acoso y las agresiones que estamos sufriendo por el mero hecho de defender los derechos de la mujer", asegura.

Aunque no es la primera vez que es el blanco de las iras antiabortistas -en 2002 fue agredida y un juez condenó al agresor, un antiabortista-, 2007 ha sido un año especialmente duro.

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El pasado 27 de febrero, según la denuncia presentada en comisaría, "a 100 metros de su domicilio, dos hombres con pelo oscuro, de una altura de 1,70 metros, con la cara tapada con una bufanda, vestidos con abrigo oscuro, se colocan delante de la diciente y, sin más preámbulos, le dicen: 'O dejas de hacer abortos o acabas como ellos". Los dos hombres salieron corriendo. Al día siguiente, "en el mismo lugar, dos hombres diferentes de los de ayer se han colocado enfrente y le han dicho la misma frase", sigue la denuncia.

Tras unos meses sin incidentes, las amenazas volvieron el 13 de noviembre. Según la siguiente denuncia, "dos individuos de aproximadamente 1,80 metros de altura, jóvenes, con la cara cubierta por una bufanda o pasamontañas, se le acercaron de frente en actitud agresiva y, situándose a su altura, le han susurrado: 'La próxima eres tú".

"En la mandíbula"

Lo más grave, sin embargo, ocurrió al día siguiente: "Al entrar al portal de casa, un individuo de raza blanca, español, complexión delgada, de unos 24 años de edad, 175/180 de altura, cabello corto, bien vestido, le propina un fuerte golpe en el costado sin mediar palabra". "Ante tal sorpresa", sigue la denuncia presentada, "giró la cabeza, recibiendo un puñetazo en la mandíbula en su lado derecho, dándose a la fuga".

La víctima de las agresiones era ayer una mujer temblorosa que fumaba sin cesar. Al mediodía bajó a hacer la compra y volvió a sentirse vulnerable y desamparada. "Hemos ganado, asesina", le espetó un desconocido que, una vez más, se acercó sin que ella lo viera y que huyó antes de que reaccionara.

Una religiosa observa la entrada de la clínica de interrupciones de embarazo cuya actividad ha suspendido el Gobierno regional.
Una religiosa observa la entrada de la clínica de interrupciones de embarazo cuya actividad ha suspendido el Gobierno regional.CLAUDIO ÁLVAREZ

Sanidad lleva al juzgado a CB Medical

La Consejería de Sanidad estrechó ayer el cerco sobre el Instituto CB Medical Ginemedex, situado en el número 41 de la calle de Zurbano, al presentar una denuncia ante los juzgados de la plaza de Castilla por los presuntos delitos de falsedad documental, intrusismo e irregularidad en la práctica del aborto. Un portavoz explicó que la denuncia responde a las "graves irregularidades" detectadas en "varias historias clínicas" durante una inspección realizada el 5 de diciembre y que motivó el pasado lunes la suspensión cautelar de la actividad correspondiente a la interrupción voluntaria del embarazo (IVE). La clínica, cuyos responsables declinaron ayer ofrecer su versión de los hechos, sigue ofreciendo los servicios de urología, ginecología y cirugía estética.Sanidad sostiene que se "han podido falsear historias clínicas y el libro de quirófano, lo cual puede ser constitutivo de delitos de falsedad documental". También considera que existen indicios del delito de "intrusismo, al carecer la persona que realizaba las funciones de psiquiatra la titulación oficial".La denuncia también señala que habría prácticas irregulares en los abortos, ya que en varias historias clínicas "figura como ginecólogo y cirujano interviniente R. T., quien insistió en que ninguna de las personas a las que corresponden dichas historias clínicas es paciente suya, y no reconociendo como suya la firma que consta en las mismas", según Sanidad.El consejero de Sanidad, Juan José Güemes, desvinculó ayer la suspensión de la clínica de la investigación a centros de la misma empresa en Barcelona por presuntos delitos de aborto.

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Sobre la firma

Oriol Güell
Redactor de temas sanitarios, área a la que ha dedicado la mitad de los más de 20 años que lleva en EL PAÍS. También ha formado parte del equipo de investigación del diario y escribió con Luís Montes el libro ‘El caso Leganés’. Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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