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Crónica:
Crónica
Texto informativo con interpretación

¡Volando voy!... en moto

Los mejores pilotos de Freestyle se dan cita en el Sant Jordi para el Supercross

José Miralles, 25 años, Backflip Tembleque. O lo que es lo mismo, fractura en el talón derecho por 15 sitios. Sidney de Andrés, 25 años, Lazy Boy, o sea, triple rotura de pelvis y una hemorragia interna por un pellizco en la arteria ilíaca. Edgar Torronteras, dos años mayor que los anteriores, T-down, fractura en los dos tobillos y "explosión del testículo derecho", según describe él mismo. Nombre, edad, salto favorito y parte médico del último leñazo importante. Así pueden presentarse tres de los mejores especialistas españoles de Freestyle [estilo libre] en moto, que hoy surcarán el cielo de Montjuïc en una exhibición, y que el domingo que viene volarán por el Palau Sant Jordi a 15 metros de altura en el Supercross de Barcelona.

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"Somos algo así como toreros"

En el circuito de Sils, en Girona, los tres amigos-motoristas-rivales se reunieron anteayer para practicar. Ni una nube en el cielo, pero sí un viento incómodo, esto es un elemento peligrosísimo para estos acróbatas de la moto. "No vamos a forzar mucho porque las ráfagas de aire suponen un riesgo demasiado alto. No vaya a ser que la liemos...", coinciden. Y a volar. De los tres, ninguno camina normal, todos renquean de alguna pierna y de Andrés tiene un costado de la pelvis más elevado que el otro, y eso le obliga a calentar con esmero la zona afectada. Todo es consecuencia de los muchos talegazos que se han ido atizando en su empeño por perfeccionar unos saltos "que valen victorias". Aunque pueda parecer una chifladura, ninguno reniega de sus caídas porque la mayoría de veces son debido a errores "de los que uno puede tomar nota para que no vuelvan a ocurrir". Además, ahora tienen muchas más facilidades que hace 10 años, cuando esta especialidad apenas existía en España.

"Cuando las carreras de Supercross se acababan, los más gamberros nos quedábamos un rato más dando brincos", asegura Torronteras, el pionero, que se metió en esta especialidad por casualidad. "Un día, en un salto, se me escapó el pie de la estribera y salió una figura chula. A partir de entonces comencé a probar cosas nuevas", recuerda E.T.. "Hoy en día, en España se celebran unos 60 eventos al año. Hace cinco años no había ni una rampa para entrenar", explica de Andrés, que en el Sant Jordi reaparecerá tras nueve meses de inactividad como consecuencia de un accidente mientras se entrenaba. "Estaba perfeccionando el Backflip Nac Nac' -una pirueta en la que el piloto da un salto mortal hacia atrás y libera uno de sus pies de la estribera- y cuando estaba a 12 metros de altura y al revés, los pies se me escaparon y caí a plomo", recuerda horrorizado el corredor, que estuvo "48 horas en estado crítico debido a una hemorragia interna bastante heavy". El último castañazo de Miralles tampoco se queda corto. Fue hace un año en el Bananas Camp, la zona de entrenamiento que tiene Torronteras, o Caraplátano, como así le llaman por la estructura ósea de su cabeza. "Estaba entrenando un Underflip -vuelta de campana hacia atrás al tiempo que la moto también gira sobre su eje- y me quedé sin gasolina justo antes de dejar la rampa. Mi talón acabó destrozado. Tras el accidente me tenía que haber tomado un año sabático pero no pude", asegura Loco Miralles, que esta temporada ha participado en más de 30 eventos. "Cuando te haces daño, siempre dices que no volverás a coger la moto. Van pasando los meses y un día lo pruebas. ¡Y ya está!, te has vuelto a enganchar", resumen todos.

Hoy, saltos en el olímpico

Aunque no será hasta el próximo día 25 cuando las motos voladoras tomen el Sant Jordi, estos tres acróbatas participarán hoy en un acto promocional que se llevará a cabo delante de la fachada principal del estadio olímpico Lluís Companys. "Un buen tinglado", asegura De Andrés, que reconoce estar "nervioso" por averiguar cómo se sentirá en un escenario tan particular. "Será espectacular", considera Miralles. "Los pilotos preferimos que la rampa de recepción sea de tierra y la que instalarán allí será de hierro, pero valdrá la pena", aventura el Loco.

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