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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Enzo Biagi, voz crítica del periodismo italiano

Expulsado de la RAI, se convirtió en símbolo de la represión de Berlusconi en los medios de comunicación

El periodista italiano Enzo Biagi falleció ayer en Milán, a los 87 años. Con él se apaga una de las voces más significativas de la segunda posguerra en Italia: a partir de los años cincuenta, sus palabras fueron el contrapunto de los hechos de un país en transformación.

"Fue una gran voz de la libertad", comentó el presidente de la República Giorgio Napolitano. En 2002, Biagi se había convertido en el símbolo de la represión mediática de Silvio Berlusconi, tras ser echado de la televisión pública RAI.

Pocos periodistas en Italia tuvieron el honor incómodo de ser despedidos tantas veces de los medios donde trabajaban como Enzo Biagi. La redacción de Il Resto del Carlino (diario de Bolonia, la ciudad donde creció) fue la primera en echarlo. Había empezado a trabajar allí tras su militancia en la Resistencia Partisana de la II Guerra Mundial: era el año 1951, su culpa fue haberse adherido a un manifiesto en contra de la bomba atómica, lo que fue suficiente para convertirlo, según su diario, en un "comunista revolucionario". Sin embargo, él siempre se definió "un socialista sin partido".

En 1960, el semanario Época lo despidió por haber criticado duramente al Gobierno de Fernando Tambroni, uno de los más derechistas en la historia de la República italiana. Sucesivamente, en 1963, fue Giuseppe Saragat, futuro presidente de la República, quien lo echó de la dirección del telediario de la RAI, donde había trabajado durante tres años: otra vez la acusación era la de ser "comunista".

Biagi volvió entonces al papel impreso y trabajó para los diarios La Stampa, La Repubblica, Il Corriere della Sera y el semanal Panorama. En 1968, volvió a colaborar con la RAI en varios programas, y en 1971 regresó a Il Resto del Carlino, como director. Poco después, fue alejado de nuevo, por conflictos "ideológicos" con el dueño del periódico, Attilio Monti. A partir de los años noventa, fue autor de programas memorables para la RAI, entre ellos Il Fatto, una cita diaria de cinco minutos en la que se discutía un hecho o un personaje italiano.

Todavía lo esperaba una última ofensa, quizás la más grave. En 2002, el entonces presidente Silvio Berlusconi lo echó de la RAI junto al periodista Michele Santoro y el cómico Daniele Luttazzi, acusándolos de haber usado contra él la red estatal de forma "criminal". El veterano Biagi se convirtió así en el símbolo de un momento oscuro para la libertad de prensa en Italia.

"Vuelvo a la televisión después de una interrupción de cinco años. Razones insuperables que llamaré técnicas me impidieron continuar mi programa", escribió Enzo Biagi en el Corriere della Sera, en abril pasado (y bajo el nuevo Gobierno de Romano Prodi), antes de volver, por última vez, a su programa en la televisión pública.

Las hijas de Biagi contaron ayer que su padre recibió como "un regalo de la vida" la posibilidad de volver a hacer en la RAI "el trabajo que hizo durante toda su vida". En el ataúd, las hijas quisieron que se llevara el símbolo de Justicia y Libertad, la sección partisana con la que había combatido.

Enzo Biagi.
Enzo Biagi.EFE

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