'Flexiseguridad', ¿la receta mágica?
La UE prepara una declaración oficial para cambiar el modelo de relaciones laborales, pero los sindicatos no se fían
Una palabra extraña se ha colado últimamente en el vocabulario oficial de la Unión Europea: flexiseguridad. Sus promotores ven en ella una receta mágica que transformará el mercado laboral y lo hará más eficiente. La idea es combinar más flexibilidad en los contratos y despidos para el empresario con más empleabilidad del trabajador, es decir, más formación y ayudas estatales para cambiar de empleo sin traumas.
La cumbre de los presidentes de la Unión Europea, que se reunirá en Lisboa en diciembre y que cerrará el mandato semestral portugués, tiene previsto marcar un hito en materia de relaciones laborales. En su agenda figura una declaración de principios que hará oficial su apuesta por la flexiseguridad, un nuevo marco de relaciones entre empresarios y trabajadores que viene a ser, en materia laboral, lo que la tercera vía de Tony Blair ha sido a la política.
La idea es combinar más flexibilidad en los contratos y despidos para el empresario con más empleabilidad del trabajador
La batalla por definir con mayor o menor severidad las nuevas reglas del juego se libra en estos momentos entre los países del norte, capitaneados por el Reino Unido, Francia y Holanda, más alineados con flexibilizar las relaciones laborales, y los del sur, entre ellos, España, que no quieren que la sacrificada sea la seguridad en el empleo, como aclaró en septiembre el ministro de Trabajo, Jesús Caldera.
En junio, la Comisión de las Comunidades Europeas hizo público un documento titulado Hacia los principios comunes de la flexiseguridad: más y mejor empleo mediante la flexibilidad y la seguridad. Según Lola Liceras, secretaria confederal de empleo de CC OO, es probable que este texto, con algún retoque, sea la base de la declaración de diciembre en Lisboa. El documento del grupo de expertos asegura que un 76% de los ciudadanos europeos "admite que los empleos de por vida son cosa del pasado y considera que, hoy en día, ser capaz de cambiar de empleo fácilmente es una baza útil para encontrar trabajo". Además, "un 72% afirma que se deberían flexibilizar los contratos de trabajo para fomentar la creación de empleo". Por último, un 88% cree que la formación regular a lo largo de la vida mejora las posibilidades de desarrollar una fructífera carrera laboral.
En estos porcentajes, extraídos de una encuesta especial de octubre de 2006, se asienta la apuesta por la flexiseguridad, que, según el documento, "no se limita a la mayor libertad de las empresas para contratar y despedir" y "no implica que los contratos por tiempo indefinido hayan quedado obsoletos", sino que "alude a la progresión de los trabajadores hacia mejores empleos, a la movilidad ascendente y al desarrollo óptimo del talento".
Críticas sindicales
Para la Confederación Europea de Sindicados (CES) -que ha abordado la cuestión en la reunión de su comité ejecutivo esta semana en Lisboa-, el documento ha errado el enfoque, puesto que pone el énfasis en la flexibilidad externa, es decir, dar mayor libertad de contratación y despido a las empresas, así como más facilidades para subcontratar y recurrir a empresas de trabajo temporal.
La CES cree que lo que debería primar es la flexibilidad interna en el seno de las organizaciones, con horarios más abiertos a los cambios, que permitan, además de mejorar la organización del trabajo y adaptarse a nuevos ritmos productivos, más conciliación de vida personal y laboral. Ejemplo de esta flexibilidad interna, en este caso forzada por los altibajos en la producción, es la "bolsa de horas" instaurada por el sector del automóvil en Cataluña.
Entre los casos de flexiseguridad ya en práctica, la Comisión de las Comunidades Europeas destaca el Acuerdo para la Mejora del Crecimiento y del Empleo firmado por sindicatos, patronal y Gobierno español en 2006, con el objetivo, entre otros, de reducir la elevada temporalidad. Sin embargo, donde se detiene más es en el caso danés, basado en el triángulo de oro: contratos flexibles; regímenes de seguridad social generosos y extensas políticas públicas de ayuda a los parados y a la formación permanente. Unas medidas que incluyen un sistema de rotación de empleos para que los trabajadores se formen mientras otros desempleados los suplen con carácter temporal.
Sin embargo, "lo que nos dicen ahora desde Europa es: démosles más capacidad unilateral a los empresarios y rebajemos la normativa laboral si queremos reducir la temporalidad, cuando esta supuesta relación causa-efecto nunca se ha verificado", interpreta Lola Liceras. Para ella, "es incomprensible que, en un momento en que los Estados han entrado en una carrera por restringir la fiscalidad, se pretenda hacernos creer que serán ellos los que carguen con la formación y con las políticas de ayuda a quienes buscan empleo".
Formación permanente
Liceras ve como una buena idea la formación permanente para que "los trabajadores sean más multifuncionales", pero siempre que quede claro que el Estado "está dispuesto a proteger".
Una de las principales patrocinadoras de las políticas de flexiseguridad ha sido Eurociett, la patronal europea de empresas de trabajo temporal, ahora denominadas agencias privadas de empleo. Francisco Aranda, miembro del comité ejecutivo de Eurociett, ve que se están dando ya pasos positivos en esta dirección. "Por vez primera", arguye, "en 2008, la principal partida del presupuesto de la UE, pendiente de aprobación definitiva, se destina a políticas activas de empleo, por encima de las políticas agrícolas, lo que demuestra que hay voluntad de conjugar flexibilidad con seguridad laboral".
Según Aranda, las agencias privadas de empleo pueden desempeñar un papel de complementariedad respecto a los servicios públicos en la colocación y en la formación ligada al puesto de trabajo. "En el documento del grupo de expertos de la UE sobre flexiseguridad ya se nos reconoce como agencias de transición, los nuevos intermediarios que ayudamos a los trabajadores no a mantener su puesto de trabajo, ya que cada vez son más los que quieren tener las puertas abiertas para cambiar de empleo, sino a permanecer en el mercado laboral".
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