Una nueva avería causa retrasos de una hora en Cercanías de Barcelona
La caída de un cable obligó a interrumpir dos líneas de Renfe
El transporte ferroviario de Barcelona vivió ayer por la tarde una nueva jornada de caos, que afectó a miles de usuarios. La caída de un cable de la catenaria a unos 700 metros de la estación de Bellvitge, en L'Hospitalet obligó a interrumpir la circulación en dos líneas de Cercanías; el resto sufrió retrasos de hasta 45 minutos. También acumularon retrasos, de una hora, varios trenes de media y larga distancia.
La avería en el sistema de electrificación se produjo a las siete de la tarde. Adif, el administrador de infraestructuras ferroviarias, envió hasta el lugar del incidente personal y una locomotora. Sin embargo, tres horas después aún no se había resuelto la avería, que obligó a interrumpir la circulación en el tramo entre Sants -el principal nudo ferroviario de Barcelona- y Castelldefels.
El cable afectado, aún con flujo eléctrico, quedó colgando y provocó chispas por el contacto con el agua de la lluvia que ayer cayó con fuerza sobre Barcelona. Por razones de seguridad, Renfe cortó el suministro eléctrico. Algunos pasajeros atrapados en un tren de Cercanías decidieron abrir las puertas y bajar a las vías. El resto fueron "trasladados a otro tren mediante pasarelas de interconexión", informó Renfe.
Como consecuencia, se produjo el colapso de la línea 10 (la del aeropuerto) entre El Prat y Bellvitge, y el servicio tuvo que ser suspendido. Renfe habilitó una flota de 18 autobuses para cubrir el trayecto entre Barcelona y el aeropuerto.
De rebote, la incidencia afectó a trenes de media y larga distancia, que sufrieron retrasos. Algunos quedaron atrapados en la estación, ante la imposibilidad de seguir avanzando. Fue el caso de un tren que cubría el trayecto entre Barcelona y Madrid y que ayer por la tarde permaneció parado en El Garraf.