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Rajoy y Zapatero se culpan de la deriva independentista de Ibarretxe

El presidente recuerda que el 'lehendakari' inició su apuesta soberanista con Aznar en el poder

Tres años y medio de choque sobre el modelo de Estado concentrado en cinco minutos. Sin réplicas, mostrando en sus monólogos la enorme distancia de fondo que les separa, el presidente del Gobierno y el jefe de la oposición elaboraron dos contundentes discursos para tratar de desmontar el del rival. En clave electoral - se ofreció como alternativa para resolver la supuesta crisis- Mariano Rajoy aportó la visión negativa. Con un recorrido por la legislatura, sostuvo que José Luis Rodríguez Zapatero abrió el melón territorial para que algunos se sintieran "más cómodos". Para Rajoy, el referéndum anunciado por el lehendakari, Juan José Ibarretxe, demuestra que a Zapatero "se le ha ido de las manos" la situación.

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El presidente replicó, sin embargo, la democracia es suficientemente sólida y puede responder con normalidad al desafío de Ibarretxe. Y que el único problema real es la actitud del primer partido de la oposición. "¿La diferencia ahora sabe cuál es?", le espetó entre grandes aplausos: "Que si esa propuesta de consulta hubiera llegado aquí siendo yo líder de la oposición y usted presidente de Gobierno, yo hubiera intervenido hoy y le hubiera dicho: tiene usted mi apoyo para aplicar la ley y rechazar esa consulta".

En todo momento quedaron claras las dos visiones: por un lado, Rajoy considera que hay un momento de crisis institucional sin precedentes. Zapatero, sin embargo, cree que las instituciones responderán como siempre. "En un Estado democrático y de derecho quien cumple la ley no debe tener ningún temor. Quien tiene que tener temor es quien pueda caer en el error de no cumplir la legalidad. Ésa es la fuerza de la democracia, la autoridad y la legitimidad del Estado de derecho", insistió el presidente.

Rajoy mezcló la guerra de banderas, los ataques a la Monarquía y el referéndum de Ibarretxe para ofrecer un panorama de enorme preocupación del que responsabilizó a Zapatero. Para el PP, el problema no se resolverá, como apuntó Rajoy y certificó después abiertamente su número dos, Ángel Acebes, hasta que dicho partido gane las elecciones.

En medio del entusiasmo de su grupo, Rajoy, más que un discurso de debate, lanzó un mitin dirigido a los españoles para invitarles a que le voten: "La mayoría de los españoles quiere ver al presidente del Gobierno liderando el respeto a la ley y a la Constitución. Que estuviera salvaguardando la estabilidad de nuestras instituciones. Que diera tranquilidad. En fin, que no sea capaz de destejer lo que otros, con generosidad, con esfuerzo y con espíritu de entendimiento, han hecho posible después de estos años de democracia".

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Rajoy recibió el aplauso de los suyos puestos en pie, como es habitual cuando trata asuntos del modelo de Estado y llena su discurso con referencias a España, pero esta vez el aplausómetro favoreció a Zapatero. Los socialistas, habitualmente menos generosos con su líder, aguantaron varios segundos de aplausos después de que echara en cara al jefe de la oposición que no le apoye a pesar de que los dos plantean lo mismo: el rechazo sin matices al referéndum de Ibarretxe.

Mientras Rajoy hablaba de inestabilidad, Zapatero puso el énfasis en la normalidad con la que el Estado se ha enfrentado a las reclamaciones nacionalistas. Y, sobre todo, trató de rebatir el discurso de Rajoy, que le culpa de la ofensiva de Ibarretxe. La primera propuesta de consulta, recordó Zapatero, se formuló en 2000. "Ni yo era presidente de Gobierno, ni siquiera secretario general del Partido Socialista", ironizó. "¡Ni lo soñabas!", le gritó un diputado del PP, en medio de un gran alboroto. Después recordó que el Plan Ibarretxe, nació cuando el PP tenía mayoría absoluta, llegó al Congreso cuando gobernaba el PSOE, y se rechazó con los votos de los dos grandes partidos. Y lo mismo sucederá con la consulta anunciada ahora, auguró.

Rajoy le había acusado de no defender las instituciones y los símbolos patrios. Zapatero se enfadó: "La responsabilidad es una de las cualidades esenciales para poder gobernar", le dijo. "España es porque es de todos. Los símbolos, como la bandera, son porque son de todos. Y las principales instituciones del Estado, que han cumplido una gran trayectoria en estos 30 años para consolidar la democracia", agregó en alusión a la Monarquía, "lo son porque son de todos".

Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy, ayer en un pasillo del Congreso.
Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy, ayer en un pasillo del Congreso.ULY MARTÍN

IMPRUDENCIA O SERENIDAD

- Rajoy: "A ningún demócrata le tranquiliza lo que está ocurriendo con nuestros símbolos y nuestras instituciones y cómo se desafía al Estado desde la presidencia de una institución autonómica [...] Es evidente que por su imprudencia se le han ido las cosas de las manos. Porque todo esto se produce porque usted llegó diciendo que la nación española era una cuestión discutida y discutible, y ya ve las consecuencias"

- Zapatero: "La propuesta de la consulta del señor Ibarretxe se formuló hace siete años, justamente diez días después de que ganaran ustedes las elecciones en 2000"

- Rajoy: "Usted negoció con ETA, y ahora algunos usan esa negociación como argumento para negociar lo mismo"

- Zapatero: "Hemos dado una respuesta responsable y de aplicación de la legalidad, con prudencia y con serenidad. En un Estado democrático y de derecho quien cumple la ley no debe tener ningún temor. Las instituciones democráticas no deben tener ningún temor. Quien tiene que tener temor es quien pueda caer en el error de no cumplir la legalidad"

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