Reforma de las ingenierías
La reforma de las enseñanzas de la ingeniería no es un problema fácil porque lleva muchos años sin ser afrontado seriamente, a pesar de la importancia que la formación de los ingenieros tiene en España. Por ello, resulta preocupante la noticia publicada recientemente de un principio de acuerdo para que la carrera de ingeniero tenga una duración de cuatro años seguida de uno de especialización que daría acceso al título de master. Esta solución, que va en la línea de igualar a todos pero por abajo, no es la más idónea para España.
Para formar un ingeniero que sea capaz de resolver problemas en la industria es suficiente con tres años, sobre todo si las enseñanzas de las Matemáticas se reducen a lo verdaderamente necesario. Pero, además, en un solo año de especialización es imposible que nadie adquiera una formación que le proporcione capacidad para ser diseñador de sistemas en el siglo XXI.
El que suscribe apuesta por el modelo holandés de 3+1+2. A los tres años se obtiene el título de ingeniero y antes de iniciar el master hay que hacer un curso complementario para adquirir el nivel matemático adecuado. El master tiene a continuación una duración de dos años para conseguir una auténtica especialización. Si España aspira a estar algún día en la Champions Ligue de la economía debe potenciar el master de ingeniería para tener profesionales capaces de crear empresas basadas en el conocimiento tecnológico.
