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Los visados para vivienda nueva caen un 9,5% hasta julio tras el récord de 2006

Los descensos en los permisos se concentran en las viviendas unifamiliares

La desaceleración del mercado inmobiliario se refleja, poco a poco, en todos los indicadores del sector. El número de viviendas proyectadas ha caído un 9,5% en los siete primeros meses del año. Tras el récord de más de 800.000 viviendas alcanzado en 2006, los visados de nueva obra residencial, un indicador clave de la pujanza del sector, han tocado techo con bajadas constantes en lo que va de año. Los datos muestran que los nuevos pisos se construyen cada vez con menos metros. Los descensos en los nuevos visados se concentran en las viviendas unifamiliares.

El mercado inmobiliario no logrará este año la pujanza del anterior. Nunca antes se habían construido tantas casas como en 2006 y será difícil que esas cotas se vuelvan a alcanzar, al menos en años venideros. Los datos de 2007 disponibles hasta el momento revelan que la desaceleración se acerca ya a los dos dígitos. Las casas visadas por los arquitectos hasta julio sumaron 448.991, un 9,5% menos que en los siete primeros meses del año anterior, según datos del Ministerio de Fomento.

La caída se concentró principalmente en las viviendas nuevas unifamiliares, que descendieron un 35%. Los bloques de pisos familiares, en cambio, registraron una evolución mucho más moderada, con caídas del 2,68%. Esa evolución dispar revela que las viviendas generalmente más caras, como suelen ser las unifamiliares, se ven más afectadas por el fin del boom.

Menos metros

Las viviendas que se construyen este año, además, tienen menos metros. La superficie de viviendas unifamiliares alcanzó en julio una media de 162,2 metros, frente a los 173,2 que sumaban en el mismo mes de 2006. Los pisos familiares en bloque presentaron en julio una superficie media de 99 metros, por debajo de los 102,8 del año pasado.

Frente a los descensos en el segmento residencial, los visados otorgados para levantar otro tipo de edificios creció el 13,24%, lo que indica que la pérdida de fuelle no afecta a todo el sector de la construcción, sino a la vivienda.

Si se toma el mes de julio aislado, los descensos son mucho más pronunciados, lo que indica que a final de año la caída será mayor que la acumulada hasta el momento. El retroceso fue en ese mes del 37%, tanto en los pisos como en las viviendas unifamiliares.

La caída en las obras iniciadas coincide con un periodo de crecimientos más moderados en el precio de la vivienda. Tras años de avances desmesurados, los precios crecen ahora a un ritmo anual cercano al 6% e incluso en las subidas trimestrales se ha detectado ya alguna por debajo de la inflación.

Sin brusquedad

Los expertos llevan años aventurando una desaceleración en este mercado y deseando que se produzca de forma atenuada para evitar tensiones en la economía. El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, cree que este proceso se está produciendo, aunque sin brusquedad. "El cambio de ciclo inmobiliario moderará la inversión en construcción", subrayó el gobernador durante una comparecencia en la Comisión de Economía del Senado.

Fernández Ordóñez quiso distinguir entre los diferentes tipos de obras. El retroceso no afecta a todas, sino que la civil y la edificación no residencial pueden mantener cierta pujanza, como revelan los datos de los visados de arquitectos. Ese fenómeno "aliviaría el impacto negativo de la vivienda sobre el crecimiento", vaticinó.

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