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El CAC denuncia la falta de pluralidad de un documental de TV-3 sobre Terra Lliure

El Consejo del Audiovisual critica también la cobertura mediática del "caso Veiret"

El Consejo del Audiovisual de Cataluña (CAC) reprochó ayer a TV-3 la emisión de un documental sobre la organización terrorista Terra Lliure que utilizaba "fuentes de información insuficientes y sesgadas", y empleaba un lenguaje inapropiado para referirse a los atentados de la banda. El documental Terra Lliure, punt final, que se emitió el pasado mes de abril a través del canal 33, estaba dirigido por el periodista David Bassa y repasaba la historia de la organización armada desde sus orígenes hasta su disolución en 1995.

El CAC decidió analizar el tratamiento que la televisión pública daba a la organización terrorista tras recibir numerosas quejas y al ver el debate que había generado la emisión del documental. Ayer envió el informe a TV-3 y dirigió una carta a Joan Majó, director general de la Corporación Catalana de Radio i Televisió, en la que le advertía de que el documental no encaja con la emisión de servicio público que tiene encomendada la cadena.

El informe señala que la voz en off que sirve de hilo conductor en el documental emplea el mismo vocabulario que utilizan los ex intengrantes de la banda. Por ejemplo, se refiere a los atentados cometidos por Terra Lliure como "acciones armadas", habla de "activistas" en lugar de terroristas y de "independentismo armado" cuando trata del asunto del terrorismo, terminología que difiere de la utilizada para hacer referencia a las acciones cometidas por grupos de extrema derecha.

El CAC también denuncia en su análisis que la mayoría de los testigos entrevistados pertenecen al mismo sector ideológico y critica por ello la falta de pluralidad de las visiones y opiniones que contiene el documental. Como subraya el informe, de las 31 personas que intervienen (con un total de 102 participaciones), solamente una es una víctima de la organización terrorista. Además, los testimonios favorables a la lucha armada (57) superan en número a las opiniones en contra y a las posiciones neutras.

Los responsables de la televisión autonómica, en cambio, no aceptan las críticas del CAC. Argumentan que denominaciones como "banda armada" son expresiones comunes en el periodismo internacional y en el mundo jurídico para referirse a grupos como Terra Lliure. Por otra parte, defienden que el documental está centrado en la organización terrorista y su historia, no en las víctimas que sufrieron sus atentados. Por ese motivo, creen que es lógico que en la cinta tengan una mayor presencia los ex componentes de la banda.

Poco después de que el CAC hiciera público su informe, Joan Ridao, portavoz parlamentario de ERC, elogió el trabajo de TV-3 y aplaudió su "valentía" por emitirlo. El PP catalán, en cambió, pidió que la cadena pública "deje de ser un instrumento al servicio de quienes pretenden que el fenómeno terrorista en Cataluña sea visto como una pata más del proceso de construcción nacionalista".

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Manipulación mediática

El documental de TV-3 sobre la banda terrorista no es el único tema que ha ocupado al CAC en las últimas semanas. Ayer presentó un informe en el que analiza la cobertura mediática que hizo la cadena pública del llamado caso Veiret, relacionado con una supuesta okupación.

En cuanto se dio a conocer lo sucedido el pasado mes de enero, se llenaron páginas de algunos diarios y minutos de radio y televisión con los detalles del caso, que resultó ser falso. Todo comenzó cuando Carles Veiret denunció que en un inmueble de su propiedad, situado en el centro de Barcelona, se habían instalado unos intrusos. Asesorado por la diputada del PP Montserrat Nebrera, acudió a los medios para contar su historia.

Pero aunque él se presentó como una nueva víctima del movimiento okupa, resultó ser que conocía la presencia de los inquilinos. En un primer momento, alquiló el piso a una mujer, pero ésta a su vez arrendó la vivienda a otras personas durante unos días.

La fiscalía no vio delito en todo este embrollo y archivó el caso.

A pesar de que el informe del CAC se centra en la labor de TV-3, sus conclusiones son aplicables también al resto de los medios. El Consejo del Audiovisual señala que se actuó de manera precipitada y que la información ofrecida no estaba suficientemente contrastada. Asimismo califica el despliegue informativo de "desproporcionado", lo que contrasta con el espacio que se dedicó finalmente a la resolución del caso.

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