_
_
_
_
HUMORISTAS
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

El retrato al óleo

Ahora mismo estoy mirando un retrato a tamaño natural de 2 metros por 1,50 de Borja Thyssen. Es un cuadro al óleo, está inconcluso y lo pinté yo. Voy a rebobinar. Hace unos meses y no sé cómo, el hijo de la baronesa vio un retrato que yo le había hecho y regalado a la sobrina de José Luis Moreno. ¿El porqué de este obsequio? Porque perdí una apuesta. El caso es que era una pintura al estilo barroco y a Borja le sulibelló, le sulibelló y le dio ideas.

-Quiero que me hagas un retrato como el de Laura ¡es maravilloso!

-¿Quién te ha dado mi número?

-Se lo quiero dar a mi novia de regalo de pedida, es una forma de decirle que me entrego a ella.

-Perdona, pero te voy a colgar.

-Te pagaré lo que me pidas.

-¿Cuándo quieres que empecemos?

Quedé con él en su casa para conocernos y hacer una primera valoración. Me dijo que, efectivamente, quería un retrato de cuerpo entero, también de estilo barroco y con todos los extras.

-Me gustaría que en mi hombro hubiera un loro, y detrás en una mesa, una calavera, una vela recién apagada, un plato con frutas, un pergamino, un montón de monedas, una Xbox y un iPod.

Le comenté que me llevaría tres semanas terminar el cuadro, y que tendría que posar al menos una docena de veces.

-No te preocupes, Joaquín, tenemos tiempo, pero, por favor, te voy a pedir discreción.

-No le contaré a nadie todo esto.

Al día siguiente ya estábamos metidos en faena y aunque Borja se mostraba voluntarioso, se despistaba con cualquier cosa: un mensaje en el móvil, un ruido extraño, un recuerdo que le hacía reír, ahora pipi, ahora popo. Aun así, el cuadro avanzaba y tengo que decir, para ser justos, que también tenía días donde no se movía ni un ápice, no sé si porque pensaba en sus cosas o porque ponía el salva pantallas.

-A lo mejor no te lo he dicho, pero quiero que me pintes con el torso desnudo.

Esto me lo espetó cuando ya llevábamos una semana y media con el cuadro y por supuesto, lo había pintado vestido de cintura para arriba, y también de cintura para abajo.

-Borja Thyssen, sabes que ya te he retratado con ropa, ¿verdad?

-Da igual, haz un pentimento.

Pentimento, que en italiano quiere decir arrepentimiento, es cuando vuelves a pintar sobre algo ya pintado, para básicamente rectificar. Bueno también es el nombre del último disco conocido de David Bustamante, pero vamos que lo que quería era que le repintara la pechera.

-Ah, y retócame también los ojos, que yo en esa mirada no veo amor.

Aunque le dije que tardaríamos más y también que le saldría más caro, momentos después ya trabajaba sobre sus pectorales y abdominales, los pectorales y abdominales de Borja Thyssen.

Y en esas estábamos cuando un día directamente no apareció. Por la tarde recibí un mensaje en el móvil que decía: h cortado con m novia se suspende lo del retrato. T pagaré tus emolumentos.

Yo le conteste: la vida es así, mándame el cheque cuanto antes.

Y en el amor pienso, precisamente, mientras miro mi retrato irresuelto de Borja Thyssen, en el amor, en el arte, en esto y en aquello, por cierto se arregló con su novia pero yo no le cojo el teléfono, por si acaso.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_