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Los puertos de Algeciras y Gibraltar no se comunican sus movimientos de buques

Casi 30.000 barcos atracan o fondean cada año en los dos puertos del Estrecho

La seguridad marítima también paga un peaje por el histórico conflicto sobre la soberanía de Gibraltar. A pesar de que casi 30.000 barcos atracan o fondean cada año en Algeciras y Gibraltar, ambos puertos no se informan de las entradas y salidas de estas embarcaciones que navegan por la misma bahía. Ésta fue una de las razones que propiciaron el abordaje entre el New Flame y el Torm Gertrud, ocurrido el pasado 12 de agosto frente al Peñón. Por el estrecho de Gibraltar, uno de los pasos marítimos más transitados, circula el 10% del tráfico mundial.

Hace dos semanas, el carguero New Flame y el petrolero Torm Gertrud colisionaron frontalmente cerca del peñón de Gibraltar. Ninguno sabía del otro.

El New Flame se fugó del puerto gibraltareño y desconocía que se dirigía en línea recta hacia el Torm Gertrud, que navegaba hacia el puerto de Algeciras. En Gibraltar sabían de la ruta del petrolero porque habían escuchado las comunicaciones de Algeciras, pero la huida del New Flame impidió que les pusieran sobreaviso.

Una conducta imprevista -la fuga de un barco- está detrás de este abordaje, pero tal vez podría haberse evitado si existiese comunicación entre los puertos de Algeciras y Gibraltar. Ambos puertos comparten bahía y canales marítimos, pero no intercambian información sobre las entradas y salidas de los barcos que fondean o atracan en sus aguas (22.500 en Algeciras y 7.600 en Gibraltar en 2006). Entre ambos reciben cerca del 30% del tráfico que surca cada año el estrecho de Gibraltar, uno de los pasos más transitados del planeta con cerca de 100.000 barcos.

En Gibraltar regulan las salidas de sus embarcaciones escuchando por radio las autorizadas del puerto vecino. "Sabemos cuándo va a salir un barco de Algeciras porque lo escuchamos por la radio, igual que lo puede hacer Algeciras, pero no existe ningún tipo de intercambio", admite Joe Holliday, ministro de Comercio, Industria, Empleo y Comunicaciones de Gibraltar. "Si el capitán del New Flame hubiera pedido permiso para irse, esto no habría pasado porque le hubieran avisado de que el otro barco venía de camino", agrega.

Al accidente también contribuyó que los gibraltareños no avisaron a la torre española de control de tráfico del Estrecho, que podría haber alertado al petrolero Torm Gertrud para que se desviase. El último imprevisto que desencadenó el choque fue la extraña maniobra del New Flame, que viró a babor (izquierda) al encontrarse frente al petrolero y no a estribor (derecha) como establecen los códigos marítimos, según fuentes gibraltareñas.

Las relaciones entre los puertos de Gibraltar y Algeciras se han complicado siempre debido a la histórica reclamación de soberanía del Gobierno español sobre la colonia británica. Por esta razón, ambos puertos se han ignorado oficialmente y han regulado sus movimientos de buques sin relaciones directas.

Tras el último accidente, y también tras el giro de la política española hacia Gibraltar dada por Zapatero al llegar al Gobierno, los responsables de ambos puertos admiten sin ambages la necesidad de remediar esta situación. "En la bahía se cruzan barcos que salen de uno y otro puerto, y eso hay que regularlo mediante un entendimiento mutuo", plantea el presidente de la Autoridad Portuaria Bahía de Algeciras, Manuel Morón. La seguridad del tráfico y del medio ambiente son, en su opinión, "los dos elementos en los que se debe trabajar intensamente y de inmediato".

El Gobierno de Gibraltar comparte el mismo parecer. "Deberíamos organizar una autopista marítima para que los dos puertos puedan funcionar sin tener problemas de este tipo, donde dos barcos se encuentran de frente innecesariamente", indica Joe Holliday.

Aunque los primeros contactos técnicos entre responsables portuarios se produjeron en mayo de 2005, la coordinación sigue sin fijarse por escrito. La propuesta de Gibraltar, ahora, consiste en sellar un protocolo para fijar "carreteras de salida y entrada en los puertos y evitar que buques de uno y otro lado se salgan de las zonas seguras", indica el ministro Holliday.

Este protocolo es una vieja reivindicación de los grupos ecologistas de uno y otro lado de la Verja. Javier Gil, portavoz de la Asociación Gaditana para la Defensa y Estudio de la Naturaleza (Agaden), reclama que los asuntos sobre tráfico marítimo y salvamento se incluyan en las reuniones del foro tripartito (España, Reino Unido y Gibraltar), que ya han permitido pactar el uso conjunto del aeropuerto del Peñón.

Izquierda Unida, por su parte, anunció ayer una iniciativa para pedir que se cree un organismo "unitario" para regular el tráfico en el Estrecho. "No se puede seguir con este descontrol y Gibraltar no ofrece garantías", dijo el diputado de IU Ignacio García.

Barcos mercantes en la bahía de Algeciras.
Barcos mercantes en la bahía de Algeciras.PÉREZ CABO

Denuncia en Bruselas

El grupo ecologista Verdemar registrará hoy en el Parlamento Europeo una denuncia contra el puerto de Gibraltar al considerar que atenta contra normas comunitarias en materia medioambiental y de seguridad marítima. "El accidente del New Flame ha puesto de manifiesto la indefensión en la que nos encontramos ante la mala gestión del puerto de Gibraltar", criticó el portavoz ecologista, Antonio Muñoz.

En la denuncia, Verdemar se queja de que la actividad de bunkering (trasvase de hidrocarburos de un barco a otro en el mar) en Gibraltar convierte las aguas "en la auténtica gasolinera entre el Atlántico y el Mediterráneo". Según Verdemar, en la zona se trasvasan siete millones de toneladas de fuel marino al año. Los ecologistas denuncian la falta de una vigilancia "adecuada" y un sistema de sanciones "capaz de disuadir a los petroleros para terminar con prácticas que ponen en peligro el ecosistema y la salud".

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