El patrimonio de Alicante, en la picota

Las señas arquitectónicas de Alicante se difuminan. Edificios emblemáticos se han devaluado, caído a pedazos o han sido devorados por la vorágine especuladora. El Colegio de Arquitectos de Alicante ha reaccionado con una campaña para recuperar ese patrimonio. La iniciativa arrancó a finales del mes de junio, coincidiendo con la semana de la arquitectura que celebran los colegios profesionales de la Comunidad Valenciana, con la edición de un folleto con once edificios "en riesgo o peligro de deterioro", en palabras de la presidenta del organismo en Alicante, Carmen Rivera.

Hasta ahora los profesionales de la arquitectura se dirigían a las instituciones públicas para denunciar las actuaciones que amenazaban al patrimonio pero sus quejas "caían en saco roto". "Quizá nos equivocamos denunciando temas cuando era demasiado tarde y ya no tenían remedio", confiesa Rivera. "El camino a seguir ahora es poner en valor lo poco que conservamos para evitar su deterioro", añade.

El primer logro de la 'cruzada' de los arquitectos ha sido la protección del Palmeral

Los edificios incluidos en la cruzada patrimonial del Colegio de Arquitectos son los siguientes: la Estación de Autobuses; el edificio de la Isleta en la Albufereta; la Fábrica de Tabacos; el edificio de Correos; la plaza del Ayuntamiento; el Cine Ideal; las viviendas de los militares de la plaza de la Muntanyeta; el Palmeral de Alicante; el Instituto Provincial de Higiene en Campoamor; el paseo de los Mártires de la Libertad en la Explanada, y la Estación de Benalúa.

La Estación de Autobuses, construida entre 1943 y 1947, ha sufrido durante los últimos tiempos nefastas intervenciones que han devaluado su valor. De este inmueble, Rivera destaca su estructura "funcional y su bóveda, que es única y representativa" de la arquitectura de la época moderna. El Colegio de Arquitectos propone un uso comercial compartido con jardines, una vez se construya la nueva estación de autobuses en la actual de Renfe, que albergará una estación intermodal, con lo que se habilitaría una zona de espacio público en esta parte de la ciudad, de gran concentración poblacional.

En los últimos meses el colegio también han impulsado una campaña para la protección del edificio de la Isleta en la Albufereta, que se construyó en 1968 y está inactivo desde 2003. Inicialmente, fue una cafetería próxima a la playa. La Consejería de Cultura acaba de emitir un informe favorable a la recuperación de este pequeño edificio, cuyo uso a propuesta de los arquitectos sería el de local social y cultural.

Los profesionales de la arquitectura de Alicante también alertan sobre la amenaza que supone que la plaza del Ayuntamiento se haya convertido en un aparcamiento de coches oficiales y de funcionarios. "El ágora, espacio público y de encuentro por excelencia, no puede ser un aparcadero", se lamenta la presidenta. Rivera defiende la peatonalización de esta plaza y su uso público con terrazas y cafeterías.

El Cine Ideal, construido en 1925, lleva casi cinco años cerrado y el edificio, próximo al Teatro Principal, está cayendo a pedazos. Se trata del único ejemplo de lo que fueron los cines emblemáticos en Alicante durante el siglo XX (Cines Avenida, Monumental, Carlos III) que se encuentra muy deteriorado y amenazado por la especulación urbanística. Los arquitectos estiman que por su ubicación y características este edificio debería rehabilitarse para sala de espectáculos, conciertos y festivales.

El recorrido de la presidenta del Colegio de Arquitectos por los edificios deteriorados prosigue en las inmediaciones de la plaza de toros, en el paseo de Campoamor. Allí se levanta el Instituto Provincial de Higiene, construido en 1936 y que recuerda la apuesta que los políticos de la Segunda República hicieron por los edificios escolares y sanitarios. El arquitecto, Miguel López, de diseños modernos y funcionalistas, también es autor de los colegios San Blas, Los Ángeles, Las Carolinas o Benalúa. El edificio, propiedad de la Consejería de Sanidad, podría convertirse en un centro de salud. Otra propuesta que lanzan los arquitectos es de los usos del paseo de los Mártires de la Libertad, más conocido como la Explanada.

Los otros edificios en peligro son la Fábrica de Tabacos, cuya fecha de construcción se remonta los siglos XVIII y XIX, y en el que plantean un uso social multifuncional. El edificio de Correos, en la plaza de Gabriel Miró, es otra joya arquitectónica de 1916 que está abandonado y en desuso. Las viviendas de los militares de la plaza de la Muntanyeta son un ejemplo de manzana de edificios iguales con patios centrales "con una tipología que ha ido desapareciendo", según Rivera. La estación de Benalúa, construida a partir de 1885 era la puerta que abría la ciudad hacia el sur y su arquitectura expresa "el enfrentamiento entre el modo de entender el futuro urbano de los ingenieros, que construyeron la cubierta de los andenes, y de los arquitectos que mostraban una nueva imagen de la ciudad emergente", recuerda Rivera.

El primer fruto de esta cruzada para salvar el escaso patrimonio de Alicante ha sido el plan especial de protección del Palmeral que acaba de ser aprobado y que prohíbe expresamente nuevas construcciones y preserva el huerto milenario de palmeras.