Sorpresa y reorganización
En el equipo del alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, la decisión de José Antonio Viera de dejar el Ayuntamiento cogió totalmente por sorpresa. Nadie tenía ni idea de que el secretario general de los socialistas sevillanos iba a abandonar el Consistorio a los 12 días de tomar posesión como concejal.
Desde el entorno del alcalde se empezó a analizar "con sosiego" las consecuencias que tendrá la marcha de Viera, al que Sánchez Monteseirín había asignado la coordinación de Innovación, una de las cinco áreas en las que el alcalde ha dividido su gobierno para este mandato. La primera consecuencia de esta dimisión será precisamente la reorganización del gobierno municipal cuando éste apenas ha dado sus primeros pasos.
A Viera, según dijeron las fuentes consultadas, se le había hecho un hueco importante en el Ayuntamiento y tenía mucho que decir "en el ámbito metropolitano". En el círculo de Monteseirín no se mostraba especial alivio por el hecho de que con la salida del secretario general se viene abajo el discurso de la oposición acerca de la bicefalia en el Ayuntamiento de Sevilla. "Ese tema ya estaba superado cuando Monteseirín formó el Gobierno", dijeron estas fuentes.
Mientras, el sector crítico del PSOE de Sevilla aprovechó para censurar la decisión de Viera y cuestionar su continuidad como líder provincial, informa Europa Press. Fuentes de este sector dijeron que, al optar por seguir en Cartuja 93 y renunciar a su acta de concejal, Viera evidencia que "prefiere el dinero antes que representar institucionalmente a los ciudadanos que le han elegido en las urnas". "Si no es capaz de representar al PSOE en las instituciones para las que le han elegido los ciudadanos, debería pensar si debe continuar al frente de la dirección provincial del partido,", añadieron.
