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Crónica:Tenis | Roland Garros
Crónica
Texto informativo con interpretación

"Henin se aprovechó de mí", dice Serena, otra vez silbada

Roland Garros despidió a Serena Williams entre abucheos. Su camino hacia el vestuario fue jalonado por aplausos, pero no eran para ella. Eran para Justine Henin, la número uno mundial, su vieja enemiga, la favorita del público, vencedora por 6-4 y 6-3. La belga había calentado a la grada con sus constantes gritos de "allez!" (¡vamos!). La estadounidense había caído en la trampa lanzando su raqueta contra el suelo y protestando una bola al árbitro. Sus gestos provocaron una repulsa densa, pesada, sólida... Más de 10.000 bocas cubriéndola con el sonido de su reprobación. Y llevándola hasta la derrota.

"Nada ha funcionado hoy", dijo luego Williams, mordiéndose el labio mientras intentaba contener las lágrimas. "Definitivamente, la gente iba con Justine. Eso no me molesta. He cometido un montón de errores. He jugado como si estuviera loca. Nunca me he sentido así. Básicamente, me mantuve en el fondo de la pista y dejé que ella se aprovechara de mí. Me siento violada".

"La verdad es que Serena no estuvo agresiva", coincidió Henin, que ya le venció, con el apoyo del público parisiense, en 2003; "suele ser intimidante. Sin embargo, yo me siento aquí como en mi casa. La gente me apoya. Lo sentí desde que entré en la pista y al final del partido. Puedo decir que está conmigo".

Henin, la vigente campeona del torneo, dibujó sobre la cancha su tenis ligero, de esgrimista, toques sutiles y largos, agudos y punzantes. Williams fue un peso muerto. Ensordecida por la grada, desconectada pese a los puntuales gritos de ánimo, se despidió de París ganando un punto menos que su rival y echando de menos su rutina, su libreta con notas de ánimo y todos los pasos que forman sus supersticiones. "No creo que me entrenara bien. Soy muy supersticiosa y las cosas no estaban yendo bien... Nada marchó bien esta mañana y eso se mantuvo durante el partido. Siempre intento hacer todo perfecto. Me dejé mi libreta en el vestuario y...". Y se marchó abucheada.

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