Una dimisión aplazada
Crónica de la convulsa semana en la que los candidatos Simancas y Sebastián renunciaron
Lo pensó dos veces en la misma semana y la última fue la decisiva. La misma noche de la derrota electoral, el pasado 27 de mayo, Rafael Simancas, que aspiraba por tercera vez a presidir la Comunidad de Madrid, decidió que era hora de marcharse. Lo pensó durante toda la madrugada, sin pegar ojo, y no cambió de opinión hasta la mañana. Entonces, recibió la consigna de su partido de quedarse para que un escenario preelectoral de disputas locales no le aguara a José Luis Rodríguez Zapatero aspirar a un segundo mandato. Decidió sacrificarse. Una vez más, por el partido.
Pero una semana llena de acontecimientos que ha acelerado, primero, la marcha de su compañero electoral, el aspirante a alcalde, Miguel Sebastián, y luego, las críticas en el seno de la dirección regional que él mismo había nombrado, ha hecho que Simancas se parara a pensarlo. Una llamada, ayer, de la dirección federal del partido, ha precipitado su dimisión. Éstas son algunas de las claves.
La balanza se inclina a favor de Iglesias como portavoz, con un actor inesperado: Zerolo
Zapatero interviene al no entender que el debate esté en el reparto de cargos municipales
- Domingo, 27 de mayo. La noche de las lágrimas. Los números tiñeron de negro la noche del 27 de mayo para los socialistas madrileños. Habían pasado de 45 escaños a 42, pese a que la Asamblea subía de 111 a 120 diputados. En el Ayuntamiento, los resultados no fueron mejores: tres concejales menos pese a que el pleno había aumentado en dos ediles. La sorpresa se convirtió en lágrimas. La resaca ha durado una semana.
- Martes, 29 de mayo. Simancas dimite, pero poco. "No es momento de escapadas ni de huidas", justifica Simancas en la reunión de la dirección regional del partido, al anunciar que no será candidato. Permanecerá al frente del partido, al menos hasta el congreso ordinario de 2008. Algunos lo consideran insuficiente. Quieren su cabeza.
- Miércoles, 30 de mayo. Surge el grupo de Samarkanda. Un grupo de diputados (Adolfo Navarro, Adolfo Piñedo, Antonio Fernández Gordillo, José Quintana, María Antonia García, entre otros) y Enrique Cascallana, alcalde de Alcorcón, en representación de los regidores del sur que sí han revalidado sus cargos con holgura, almuerza en el restaurante Samarkanda, en Atocha. Allí apuestan porque no se olvide lo que los ciudadanos han pedido en las urnas: "Un cambio en profundidad". Y señalan a Tomás Gómez, alcalde de Parla con el 75% de los apoyos, como posible sustituto de Simancas.
En los días siguientes empiezan a surgir voces críticas con la continuidad de los dirigentes. "Hay que arriesgar como se hizo con Zapatero. Simancas no debe pilotar el proceso de renovación", afirma el viernes Trinidad Jiménez, tres años portavoz de la oposición municipal.
La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega dice el mismo día: "Es evidente que en Madrid tienen que empezar a cambiar las cosas".
- Jueves 31 de mayo. Sebastián se va. Miguel Sebastián, que Zapatero había nombrado aspirante a alcalde de Madrid, la plaza fuerte contra el PP, deja su cargo. Es el primero en asumir la responsabilidad. Quería quedarse, pero si lo hace no puede reclamar que entre el aire en el partido, que necesita, dice una "profunda, profunda" renovación, Varios miembros de su lista, que habían desaparecido en campaña, habían pedido su cabeza en la Ejecutiva regional "antes de que recoja el acta electoral".
- Sábado 2 de junio. Los guerristas apoyan a Simancas. No han sido sus más fieles aliados durante esta legislatura, pero los acostistas entraron en el fin de semana con un claro pronunciamiento por la continuidad de Simancas, al menos hasta 2008. La ejecutiva está muerta pero debe seguir para ganar tiempo y que nos sirva para repartirnos poder, anunció en una reunión su líder, José Acosta. En realidad, los acostistas hacían lo mismo que otros dirigentes: guardar sus cartas hasta el congreso ordinario de 2008. Y, de paso, asegurarse apoyos de futuro para jugar en primera línea.
- Domingo, 3 de junio. Reparto de cargos. Domingo por la tarde. Ha pasado una semana justa de las elecciones y el grupo municipal socialista se prepara para decidir quién dirigirá su destino, tras la renuncia de Miguel Sebastián. Al día siguiente, lunes, Rafael Simancas les ha convocado, "en un gesto de autoridad" para dar luz verde al nuevo portavoz. Hay favoritos. Pero los concejales deciden ir con los deberes hechos. Más que nada para que no haya sorpresas.
Y negocian. Entre sí y entre las familias del PSM, para repartirse los cargos en la oposición. Pronto hay acuerdo para que la número dos, Pilar Gallego, sea presidenta del grupo, un cargo honorífico de nuevo cuño. Según fuentes del partido, ella acepta, convencida de que trabajar y llevar el consenso al dividido grupo municipal socialista le permitirá dar contenido al cargo.
Después, llega el núcleo del acuerdo: el jefe del grupo. Óscar Iglesias, que ya ha sido portavoz adjunto en la anterior legislatura, y titular del puesto tras la marcha de Trinidad Jiménez, quiere repetir. Pero los afines a Sebastián (Pilar Gallego, Ángeles Álvarez, David Lucas, Pedro Sánchez y Mercedes Palacio) se oponen. No entienden por qué el hombre que ha pedido en la Ejecutiva regional la cabeza de Sebastián, a pesar de que era el coordinador de campaña nombrado por Ferraz (la sede de la dirección federal del PSOE) y número tres de la lista, no está dispuesto a asumir también la derrota. Hay negociación. Intervienen otra vez las familias. Y llegan las propuestas. Iglesias, apoyado por el PSM, será portavoz, el adjunto será David Lucas, el único de los miembros de la lista que ha sido concejal de gobierno, aunque en Getafe, y ahora recibe el respaldo de los alcaldes del sur que han revalidado sus municipios; Noelia Martínez, sustentada por los guerristas, se postula como secretaria general, puesto que comparte con Pedro Sánchez, afín a Sebastián.
Tras varias horas de consultas, la balanza se inclina a favor de Iglesias con un actor inesperado en el platillo. Pedro Zerolo, que pertenece a la Ejecutiva federal y por tanto proclive a apoyar a Sebastián, ha decidido optar por Iglesias, al que conoce bien del anterior mandato. El acuerdo se difunde a los medios como cerrado. La votación estaba prevista para ayer por la mañana.
Pero ayer por la mañana, cuando Simancas ya estaba en la sede regional del partido, en Miguel Fleta, recibe una llamada de la dirección nacional y, sin haber visto a los concejales, sale hacia Moncloa. Fuentes del partido socialista explican que Zapatero interviene, al no entender que, en lugar de reflexionar sobre la debacle electoral, el debate municipal esté en el reparto de cargos.
Una gestora incuestionable
En 24 horas se sabrá quién conforma la comisión gestora que tomará las riendas del PSM, según anunció ayer el secretario de organización del PSOE, José Blanco. También el plazo para que haya nuevo congreso.
Será Blanco el encargado de nombrar a los integrantes de la comisión, aunque ayer nombres de todo tipo circulaban en las filas socialistas. Desde los ministros Alfredo Pérez Rubalcaba (Interior), Cristina Narbona (Medio Ambiente) o Mariano Bermejo (Justicia) al tradicional "hombre independiente de prestigio", que encarna Gregorio Peces Barba. Es probable que no figure ninguno de estos nombres en la comisión final, pero fuentes socialistas aseguran que la gestora estará presidida por una figura de incuestionable autoridad en el partido, al que nadie en las diferentes familias del PSM pueda toser. Y los candidatos son difíciles de encontrar y de convencer de que acepten el trabajito. Otras fuentes señalan que la gestora debe estar integrada por alguno de los alcaldes del sur que más se han significado a la hora de pedir renovación, como Tomás Gómez (Parla) y Enrique Cascallana (Alcorcón).
"Son muchos años perdiendo para pensar que esto es responsabilidad de una persona. Es un problema de la organización", considera Cascallana. "Lo ideal sería establecer una reflexión en la que hagamos un diagnóstico de por qué carecemos de sintonía con la sociedad y qué tipo de líderes hacen falta", agrega. En opinión del regidor de Alcorcón, no puede establecerse una gestora que respete el tradicional reparto de poderes del PSM. "Sería un disparate".
Fuentes del partido agregan que no existe el perfil ni la receta ideal para la gestora. "Cuanto más plural sea, mejor", agregan.
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