Tres días colgados del vacío a 50 metros

Tres jóvenes han permanecido colgados tres días en el vacío de un edificio a 50 metros de altura en la localidad de Esplugues de Llobregat (Baix Llobregat) como acto de protesta contra el plan urbanístico Caufec, que prevé la construcción de 600 viviendas de lujo, dos rascacielos y un centro comercial en una zona verde del municipio. Ayer, alrededor de las ocho de la tarde, dieron por finalizada su protesta. Se cansaron, habían anunciado que permanecerían allí hasta hoy.

Nada más llegar al suelo fueron detenidos por los Mossos, acusados de desórdenes, desobediencia y resistencia a la autoridad. Quedaron en libertad, pero hoy tienen que presentarse en comisaría.

Los tres hombres, Albert, Carles y Joan, de 22, 25 y 29 años respectivamente, que no quieren dar sus apellidos, empezaron su protesta el pasado miércoles por la mañana. Permanecieron colgados con varias cuerdas y arneses entre los pisos 10 y 12 de una de las Tres Torres, un edificio emblemático de Esplugues situado en la carretera de Cornellà. "Cuando los vecinos salen a la ventana hablan con nosotros o nos dan comida. Algunos nos han sacado fotos para colgarlas en Internet. Están de acuerdo con lo que hacemos y nos apoyan", explicaba Albert, actualmente en el paro, a este diario desde su móvil antes de descender de las alturas. "Algunos han colgado también carteles con nuestro lema: Todo está fatal".

Los jóvenes se han alimentado con fruta, frutos secos y embutido. "Teníamos que elegir entre la comida o el material para sujetarnos bien. Ninguno de nosotros es profesional, pero todos hemos escalado alguna vez", cuenta Joan, que trabaja como asistente social.

Los tres, miembros de la Plataforma contra el Plan Caufec, aseguran que por las noches, pese a estar a 50 metros por encima del nivel de suelo, durmieron "bastante bien" y añadieron que cambiaban de postura a menudo "para favorecer la circulación". Tenían que turnarse para usar el único colchón que tenían y solucionaron el problema de hacer sus necesidades fisiológicas con "una garrafa". Para pasar las horas, hicieron lo que pudieron. "Hablamos con nuestros amigos con el móvil, y entre nosotros escuchamos la radio y practicamos juegos de manos", explicaron.

Los Mossos d'Esquadra los tenían permanentemente vigilados. "Han subido unas cuantas veces para convencernos de que renunciemos y, por la noche, también han venido a vernos con linternas", aseguraba Carles, de profesión electricista. "Solamente lo dejaremos para asistir a la manifestación que hoy hemos convocado contra el plan urbanístico o si nos obligan a bajar", precisaban cuando todavía estaban colgados del vacío. Albert añadió: "Si hubieran querido bajarnos [la policía], lo habrían hecho. O no les interesamos o no tienen órdenes concretas". A pesar de su pequeña hazaña, ellos no se consideran héroes y prefieren restar protagonismo a su acción, "lo importante de todo esto es que el Ayuntamiento quiere acabar con la única zona verde que nos queda en Esplugues. Que nosotros estemos aquí colgados es sólo una anécdota", señalaba Albert desde las alturas de su protesta.