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Howe Gelb funde 'gospel' y rock independiente

El músico estadounidense actuó en Santiago junto al coro afroamericano Voices of Praise

Howe Gelb habita una encrucijada. Aquélla donde se encuentran las músicas tradicionales de América del Norte y son atravesadas por el rock independiente de los noventa. El concierto que el líder de Giant Sand ofreció el sábado en la Sala Capitol de Santiago de Compostela demostró que la república invisible de los sonidos populares estadounidenses todavía puede situarse a la altura de los tiempos. No hubo lugar para la fosilización.

Al escenario de la única actuación de Gelb en Galicia subieron nueve personas. Howe Gelb viaja acompañado del coro gospel Voices of Praise, el mismo con el que grabó su último disco el pasado año, Like you, un guitarrista de slide y un batería. Pese a un cierto parecido físico con el Bob Dylan de los setenta y una dicción que lo acerca a Lou Reed, la actitud sobre las tablas de Howe Gelb resulta exactamente la contraria a la del cascarrabias. Después de arrancar la sesión con dos muestras de que es posible bastardizar ruidismo indie y voces afroamericanas de iglesia baptista, Howe Gelb se dirigió a las escasas cien personas que formaban la audiencia en Compostela. "Galicia, casa de Zara", dijo en macarrónico spanglish mientras enseñaba camiseta interior, para a continuación hablar de excelencias gastronómicas y provocar carcajadas en el público: "Pementos de Padrón, uns pican e outros non".

La paradoja casi dadaísta forma parte del modus operandi de Gelb. Si en el bis cantó desde los camerinos, mientras el resto del grupo continuaba en el proscenio entre divertido y desconcertado, la deconstrucción de Inmigrant song, de Led Zeppelin, sorprendió en un bolo en el que Neil Young y los Rolling Stones más negroides planearon de forma recurrente. Cuando Howe Gelb ya había convencido a los músicos para salir por segunda vez y los había invitado a su botella de whisky, se destapó con una reinterpretación del clásico dylaniano Lay, lady, lay, de nuevo ante las miradas despistadas de los seis afroamericanos de Voices of Praise.

Laicismo musical

El encuentro entre Howe Gelb y el gospel se produjo durante el festival de blues de Ottawa, Canadá, en el año 2003. El de Arizona propuso a Voices of Praise combinar su rock arenoso y dislocado con la música eclesiástica de los baptistas americanos. Y aunque desde el coro transigieron con la idea no sacra de Gelb, le reclamaron como inexcusable "positividad en las letras". Un gospel laico se abría paso en el panorama de la independencia musical estadounidense.

La expansión en directo de la propuesta Gelb más Voices of Praise es innegable. Lo que en disco aparece como indicio, se confirma encima del escenario y cobra una entidad sobrecogedora. La exhuberancia vocal del grupo afroamericano contrasta con el casi recitado de Gelb. Soul, blues, country, folk, incluso ritmos latinoamericanos pero sobrios, se mezclan en una celebración inteligente y moderna de lo que alguien denominó "gran música americana". Como una versión contemporánea de los fundamentales The Band, Gelb y Voices of Praise disfrutan además con su trabajo. Las buenas vibraciones circulan entre los operarios y se contagian a los espectadores.

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Howe Gelb, también personal y dotado guitarrista, busca la diablura, la arruga en cada canción. Un solo de piano que incorpora melodías francesas, el roce de platillo y cuerdas de guitarra, la cita disimulada, los matices de un repertorio que no conoce límites precisos, la complicidad, conforman una manera de entender la música que se apoya en la tradición y sin embargo huye de la esclerosis. Proclama en una de sus canciones: "Son días soleados, aquí, en el planeta".

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