_
_
_
_
Crónica:Fútbol | 33ª jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

Ronaldinho se reivindica como pasador

El Barcelona derrota a la Real en Anoeta con goles de Iniesta y Eto'o después de dos jugadas del brasileño

Àngels Piñol

El Barça lanzó anoche un profundo suspiro de alivio: pase lo que pase en el Bernabéu seguirá líder una jornada más. El liderato y también la disputa del título de Liga pasaba por Anoeta y los azulgrana, conscientes de que su crédito no da para más, celebraron a lo grande una victoria ante una voluntariosa y vigorosa Real que se jugaba el descenso. Tras una racha nefasta de cuatro derrotas en cinco salidas a domicilio, el Barça no falló entre otras cosas porque Ronaldinho resucitó. El gaucho encendió la luz y cuando lo hace, es imparable. El brasileño se empeñó en triunfar como pasador hasta que Iniesta superó a Bravo. Eto'o, también habilitado por el brasileño en una jugada preciosa, marcó en el último minuto para lograr, por primera vez en mucho tiempo, una victoria azulgrana sin estar teñida de sufrimiento, por más de un gol de diferencia.

REAL SOCIEDAD 0 - BARCELONA 2

Real Sociedad: Bravo; Mikel González, Juanito, Víctor López, Garrido; Garitano (Rivas, m. 62), Aranburu; Xabi Prieto (Estrada, m. 75), Savio, López Rekarte (Díaz de Cerio, m. 59); y Kovacevic. No utilizados: Riesgo; Novo, Ansotegi y Herrera.

Barcelona: Valdés; Zambrotta, Thuram, Puyol, Gio; Xavi, Edmilson, Iniesta (Gudjohnsen, m. 84); Messi (Oleguer, m.91), Ronaldinho y Eto'o. No utilizados: Jorquera; Motta, Giuly, Sylvinho, Saviola.

Goles: 0-1. M. 46. Ronaldinho asiste a Iniesta, que gana la espalda de la zaga, regatea al portero y marca. 0-2. M. 88. Ronaldinho profundiza para Eto'o y el ariete cruza sobre la salida del meta.

Árbitro: Texeira Vitienes. Mostró la tarjeta amarilla a Garitano, Edmilson, Víctor López, Garrido y Mikel González.

Anoeta. Lleno: 32.000 espectadores.

Los azulgrana celebraron a lo grande un sufrido triunfo sobre un rival poco efectivo
Más información
Puyol: "Nos quitamos un peso de encima"

El Barça dormitó en la primera parte pero, en la segunda, consciente de que le iba media Liga, volvió a parecerse al de otros tiempos en algunos momentos y se reencontró con el gol: metió tantos (2) como en las últimas cuatro jornadas. El partido respondió al mismo guión de las últimas jornadas: la Real Sociead, igual que hizo el Mallorca o el Levante, se plantó con dos líneas defensivas intentando cazar un contragolpe en un despiste o en un fallo de la medular azulgrana. Consciente de su debilidad ofensiva, el Barça al menos se esmeró ayer en cerrarse bien atrás. Parece que ha escarmentado ante tanto susto y se esmeró en no cometer fallos defensivos que tan caros le han resultado en este tramo final de Liga. Sólo Savio, que se fue de un atolondrado Zambrotta, intentó el contraataque en la primera parte. Y el resto fueron centros al área en jugadas de estrategia en busca de la cabeza de Kovacevic, que quedó atrapado entre los dos centrales y Edmilson, como medio centro.

Con una Real bien colocada, el Barça tardó un mundo en presionar a Bravo por mucho que a Xavi le anularan un gol bien anulado por fuera de juego nada más empezar. Rijkaard colocó a Ronaldinho como delantero centro y a Eto'o en la banda para que el camerunés ganara por piernas al recuperado Mikel González, reciclado ayer como lateral, y Ronaldinho pudiera practicar los pases al espacio. Eto'o corrió, presionó y se entregó, Messi es una especie de Guadiana y ya se sabe que el gaucho juega cuando quiere.

Y ayer tenía ganas. Le costó entrar en el partido pero a la media hora se le encendió la luz. Y desplegó su muestrario. Primero, con una asistencia a Xavi que éste chutó al primer toque y Bravo despejó a córner y luego con dos más toques más para el camerunés. Con la Real encerrada y cediendo saques de esquina, el Barça daba ligeros síntomas de empezar a carburar. Mikel González logró después despejar una ocasión de Iniesta. Con todo, la mejor ocasión de los azulgrana en la primera parte fue un despeje de Víctor López que a punto estuvo de marcar en propia puerta.

Y entonces, justo después del descanso, apareció Messi para marcarse uno de sus eslaloms por la banda, pasársela a Ronaldinho que leyó el desmarque y metió un pase con cartabón a Iniesta. El manchego firmó un gol de libro: aguardó la salida de Bravo, le regateó y marcó a placer. El gaucho celebró el gol dando unos saltos como hacía mucho no se le veía. El partido entonces enloqueció: pudo empatar la Real con un chut potentísimo de Savio y el Barça casi sentencia, pero a Messi se le fue por un palmo el remate tras una pifia de la zaga local.

Lotina reaccionó y regresó a su sistema de los últimos partidos: sustituyó a López Rekarte y dio entrada a Diaz de Cerio para jugar con dos puntas. Pero el Barça, guiado por un enchufadísimo Ronaldinho y por un soberbio Iniesta, siempre estuvo más cerca del segundo gol que del empate pese a los remates de Savio y a los balones colgados al área y mal defendidos por el Barça, Tras dominar y desperdiciar multitud de ocasiones, el Barça decidió que está harto de sufrir. Quizá también Ronaldinho: el brasileño metió un pase magistral para Eto'o, que no falló y sentenció el partido que da oxígeno al líder.

Ronaldinho trata de profundizar.
Ronaldinho trata de profundizar.JESÚS URIARTE

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_