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La sede del Obispado de Alicante cuesta 7 millones y Cáritas apenas tiene medios

Malestar por la escasez de recursos humanos en un centro de enfermos de sida

El nuevo Obispado de la diócesis de Orihuela-Alicante, que se inaugura mañana, ha alcanzado un coste de 7 millones de euros. Sobre una parcela de cinco mil metros cuadrados se ha construido un edificio moderno y funcional para el Obispado en las inmediaciones de la Casa Sacerdotal, del barrio de Altozano. A escasos metros de la flamante sede episcopal, se ubica la Casa Veritas, que acoge a enfermos de sida que demandan más personal y medios. Ayer, la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) se planteaba si la nueva sede "es un gesto evangélico o no".

El albergue para los "sin techo" que comprometieron en 2000 no se ha hecho

El complejo del nuevo Obispado, que mañana inaugurará el Nuncio Apostólico del Papa en España, Manuel Monteiro, y el Obispo de Orihuela Alicante, Rafael Palmero, se ha construido en un tiempo récord, apenas dos años y medio, y con una inversión de siete millones de euros para dotar a la curia de unos 7.000 metros de nuevas dependencias para oficinas, despachos, salones de actos, biblioteca y aulas. El moderno y funcional diseño de la nueva sede, en las inmediaciones del estadio Rico Pérez de Alicante, contrasta con la humilde casa de acogida de enfermos con sida, que gestiona Cáritas, y que financia en gran medida la consejería de Sanidad.

La inauguración del edificio del nuevo Obispado suscitó ayer numerosos interrogantes en el seno de la Iglesia. Seis miembros de la HOAC hicieron público un escrito en el cual se preguntaban sobre si "hacía falta gastarse siete millones de euros, 1.200 millones de las antiguas pesetas, en una obra de este tipo. ¿No habría sido más evangélico una obra menos opulenta y más ajustada a una Iglesia pobre y para los pobres?". En el comunicado, este colectivo de fieles, que se consideran Iglesia, recuerdan cómo en el año del jubileo 2000, se adquirió el compromiso de construir un albergue para transeúntes, "¿acaso el Obispado es prioritario y el gesto social no?", se preguntaban.

Los miembros de la HOAC también recriminan que esta nueva sede se haya levantado sobre una parcela que adquirió Luisa Gómez Tortosa, en 1936, con el fin de instalar una Obra Social de Acción Católica Femenina, que en febrero de 1987 legó al Obispado. Sin embargo, los feligreses de Acción Católica cuestionaban: "¿Qué actividades de apostolado, difusión de la cultura y de la promoción social dirigidas a la mujer está realizando y dónde?", tal y cómo era el deseo de la propietaria. La HOAC recordaba en el escrito que su tarea se hace más "ardua" tras inauguraciones como esta. "Varios de nosotros trabajamos en sectores de exclusión y precariedad laboral, donde el derecho a una vivienda digna es sistemáticamente negado. ¿Qué pasa con los pisos vacíos que hay en tantas parroquias? ¿No sería un verdadero gesto evangélico facilitar el acceso a la vivienda desde Cáritas a esos colectivos empobrecidos?". Por último, se preguntan si para las personas enfermas, los 'sin techo', o los que viven en precario este nuevo Obispado es una "buena noticia".

Por su parte, el Obispado subrayó que el proyecto "ha sido largamente deseado por la Diócesis" debido a los "graves problemas de espacio". Sobre la financiación de los siete millones de euros de la obra aseguran que "la mitad ha sido gracias a legados, durante los últimos años se ha venido ahorrando y se ha suscrito un préstamo para hacer frente al resto de pagos".

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Arriba, nuevo edificio del obispado en Alicante. Abajo, centro de enfermos de sida Casa Veritas.
Arriba, nuevo edificio del obispado en Alicante. Abajo, centro de enfermos de sida Casa Veritas.JOAQUÍN DE HARO

La precaria Casa Veritas

A tan sólo cien metros del nuevo Obispado llama la atención una humilde casa de acogida de enfermos de sida, gestionada por Cáritas. El centro, la casa Veritas, tiene capacidad para 14 enfermos, con edades comprendidas entre los 35 y 45 años, que requieren más servicios y dotaciones.

"También se deberían haber acordado de nosotros", admitía ayer uno de ellos, mientras paseaba frente al flamante edificio del Obispado. No obstante, reconoció que están bien atendidos y "no nos falta de nada". La entidad religiosa asume el 20%, aproximadamente, de su presupuesto, el resto lo aporta la Consejería de Sanidad.

En la actualidad, hay una larga lista de espera de enfermos con sida, provinientes de Castellón, Salamanca, Canarias y otros pueblos de la provincia de Alicante que aguardan ingresar.

Las necesidades más urgentes del centro de rehabilitación, según fuentes próximas a la entidad, son el aumento de personal especializado, como psicólogos, y más espacio para hacer frente a la creciente demanda. "Vamos muy justos, tenemos lo mínimo, y necesitamos más ayuda", admite uno de ellos, que prefiere mantener el anonimato. Esta fuente recuerda que el viejo chalé está en régimen de alquiler y que cuando expire el contrato el futuro del colectivo de enfermos será "incierto".

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