_
_
_
_
Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Infeliz o neurótico

Las tensiones identitarias de un inmigrante que se debate entre la infelicidad y la neurosis simbolizan también la decadencia del Nueva York de los ochenta y, a su vez, un elogio. Así lo plasma Phillip Lopate en esta novela, considerada un clásico de las letras posmodernas.

EL MERCADER DE ALFOMBRAS

Phillip Lopate

Libros del Asteroide

Barcelona, 2007

253 páginas. 17,95 euros

En cierta ocasión le preguntaron a Freud para qué servía el psicoanálisis, y contestó que para transformar la profunda desdicha de un neurótico en simple infelicidad. El escritor y ensayista neoyorquino Phillip Lopate (Brooklyn, 1943) narró en su segunda novela la historia de un hombre que se debate entre la infelicidad y la neurosis, con el agravante de no decidirse por ninguna de las dos. El mercader de alfombras se publicó hace veinte años y a estas alturas se puede considerar un clásico de la literatura posmoderna neoyorquina.

Lo primero que hay que decir

del libro de Lopate es que se trata de una novela de carácter, y que el retrato de su protagonista puede interpretarse como una alegoría de Nueva York a mediados de los ochenta. Cyrus Irani, un inmigrante de familia zoroástrica, que ha cumplido los cuarenta, vive solo y apenas tiene relaciones sociales, parece una encarnación de la ciudad cuando ésta pasaba por uno de los peores momentos de su historia: abandonada a su suerte por casi todas las administraciones estadounidenses, con la criminalidad más televisada y célebre del mundo, y con las clases medias huyendo en tropel a los suburbios. Era la viva imagen de la decadencia.

La decadencia de Cyrus comenzó mucho antes de la acción que se narra en la novela, cuando por culpa de una crisis nerviosa tuvo que abandonar su brillante carrera académica -estaba a punto de doctorarse en historia del arte por la Universidad de Columbia-, y aceptar el traspaso de un negocio de alfombras en el upper west side que le ofrecía el hermano de su padre. Después de pasar diecisiete años al frente de la tienda, el mercader recibe una carta de los dueños del local en donde le informan de una subida del alquiler que no podrá asumir.

Esta anécdota da pie a Lopate para profundizar en las tensiones identitarias de un inmigrante maduro, soltero y racialmente marcado que no pertenece ni a su familia -de la que se alienó por educación-, ni al país de acogida -"siempre sentiré que no soy americano, pero me gusta Nueva York"- y que sin embargo intentará acomodarse a ambos con fantasías religiosas, sexuales y comerciales. El retrato, perspicaz y minucioso, capta las distorsiones y las ansiedades de Cyrus hasta que el azar, en un golpe de efecto realista y brutal, hace acto de presencia y decide por él entre la infelicidad y la neurosis. El lector curioso y avispado lo averiguará, disfrutando.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_