A ambos lados del Estrecho
Leo con interés la noticia sobre la unidad de inteligencia militar que investigó a decenas de civiles, incluso a dirigentes sindicales, en Ceuta. Pues bien, al otro lado del Estrecho, en Gibraltar, los servicios secretos del Reino Unido han llevado a cabo este tipo de medidas desde principios del siglo XX. Es más, en un estudio que llevé a cabo en el Centro Nacional de Archivos Históricos en Londres (National Archives, en inglés) pude descubrir informes policiales y otros pertenecientes a los servicios secretos británicos; informes sobre las actividades de sindicalistas como Jose Netto, ahora retirado, y Bernard Linares, actual ministro de Educación en el Peñón. No deja de ser una ironía que dos pueblos de envergadura y población muy similar se adentren en el oscuro y macabro mundo del espionaje. No entiendo la necesidad de este mecanismo de espionaje: si será por el aburrimiento que tiene el personal de estas unidades, ya que -dado que estas personas son bien conocidas- no les será muy difícil a cualquiera saber dónde se encuentran, si uno habla con un primo, o un amigo que lo vio hoy por la calle principal.