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Reportaje:

El feliz cumpleaños de Meristation

La página nacida en un pueblecito gerundense es referencia mundial para los videojugadores - Según el 'ranking' de Alexa, ocupa el puesto 1.080 en tráfico de Internet - Al mes atrae a dos millones de personas diferentes

En Internet diez años son una eternidad. Roza el milagro si, además, la empresa ha crecido con éxito. "Hace diez años, nadie pensaba en ganar dinero en Internet porque se trataba de entretenerse, conocer gente y hacer amigos", dice Pep Sánchez, director y fundador de Meristation.com, una página en español dedicada a los videojuegos. Diez años después atrae a más de dos millones de personas al mes y es, en castellano, líder mundial del sector.

Desde Llagostera, un pueblo de Girona de 7.000 habitantes, Pep Sánchez y Elena Avellaneda coordinan a un equipo de 209 colaboradores. "El diseñador gráfico vive cerca de Murcia, el programador es barcelonés, el coordinador de canales vive en Elda, el coordinador de hardware, en Vitoria, los que analizan las consolas de Nintendo, en Madrid...".

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Diez años después, las cifras que ha logrado esta pareja asustan en España y en el mundo: al mes dos millones de usuarios únicos (el fenómeno YouTube tiene 20), 56 millones de páginas vistas (60% más que en 2005); puesto 1.080 mundial en el ranking Alexa, basado en el tráfico registrado; puesto 133 mundial en Big-Boards.com, y primera comunidad en castellano, con sus 197.000 miembros.

Aunque Sánchez ligue parte del crecimiento a las nuevas consolas, al aumento de la edad de los jugadores y al fenómeno social en que se ha convertido el videojuego, otra parte del éxito se lo adjudica al "esfuerzo diario que realizamos para ofrecer contenidos objetivos e independientes de máxima calidad". Sánchez también da algunas claves:

Resistencia. El éxito no es demasiado rentable económicamente, pero "permite vivir en la ciudad que uno quiere, conocer a los colaboradores y viajar y charlar con gente en conferencias y mesas redondas. Son cosas por las que vale la pena trabajar". Meristation sobrevivió a los vaivenes del boom y del crac de las puntocom.

Sánchez dedica ocho horas al día a Meristation. Además, junto a su ya esposa, Elena Avellaneda, colabora en Ciberp@ís y, por si alguien intenta llevárselo para Silicon Valley, es primer teniente de alcalde de su pueblo. "El nivel de vida aumenta cuando se vive en un lugar donde no hay que perder horas en el transporte y se come en casa cada día".

Contenidos. La segunda clave son los contenidos. "Vamos a ferias a Japón, Los Ángeles, Londres, Madrid y a cualquier lugar, porque nos interesa estar donde se dan a conocer las novedades. Así, Meristation sirve como guía de compras. En Navidad, hemos recibido decenas de miles de visitas que buscan una opinión para sus regalos. Nuestros lectores confían en la valoración que hacemos de los productos. Saben que si a un juego le ponemos un 9 es porque se lo merece".

Objetividad. Tercera clave de Meristation. "Queríamos convertirnos en la voz del jugador. Era algo que en 1996 no existía. Lo que había en papel eran casi panfletos publicitarios sobre juegos, de los que siempre se hablaba bien. El aficionado no tenía una referencia a la hora de gastar el dinero. Nos ha costado disgustos, pero hemos podido mantener ese criterio y es lo que nos ha dado credibilidad".

Página de referencia. Para muchas publicaciones digitales lo más difícil es lograr el prestigio de una revista de papel. "Los fabricantes de juegos nos consideran más que a una revista de papel. Lo demuestra que si, para una presentación internacional, sólo pueden invitar a un medio, nos llaman a nosotros. Saben que somos prescriptores y que tenemos influencia. Cuando publicamos una noticia en exclusiva, en menos de una hora está en todas las páginas de videojuegos españolas y en pocas horas traducida en páginas norteamericanas".

Independencia. ¿Qué sucede cuando la crítica no es favorable? "En España, algunas compañías retiran la publicidad y dejan de mandarte los juegos cuando no pones bien a uno. Eso sólo pasa en España porque no hay una cultura de la crítica. La misma empresa que una semana te pide permiso para poner un comentario tuyo en la caja de un juego, la siguiente semana te retira la publicidad porque no has hablado bien de otro".

Para evaluar los juegos (707 análisis en 2006, 5.011 en diez años) emplean versiones de prueba. Los especialistas de Meristation juegan decenas de horas para encontrar lo mejor y lo peor. "Yo analizo el Flight Simulator porque lo he seguido desde la primera versión. Otros colaboradores conocen otro tipo de juegos. En A Coruña, por ejemplo, tenemos un crack de los juegos de fútbol, que es quien los evalúa".

De entre los 209 colaboradores de Meristation, sólo siguen tres de los doce de 1996: Ignacio Ortiz, coordinador de consolas; Xabier García, redactor de hardware, y Joan Isern, responsable de actualidad. Enhorabuena.

MERISTATION: www.meristation.com

Pep Sánchez y Elena Avellaneda, en la sede de Meristation en Llagostera.
Pep Sánchez y Elena Avellaneda, en la sede de Meristation en Llagostera.ANTONIO ESPEJO

La Casa de Meri triunfa en el mundo

El nombre de Meristation.com proviene del restaurante Can Meri (Casa Meri), que la familia Sánchez tenía en Llagostera. En 1992, "época de vacas flacas", reconvirtieron parte del restaurante en cibercafé. "Fue el primero que se abrió en Gerona y el segundo de Cataluña. Un amigo me decía que nunca habría juegos tan buenos para el ordenador como los de la PlayStation. Me piqué y cada sábado presentábamos un nuevo juego en un ordenador para demostrar que tenía tanta potencia como la Play. De ahí salió el nombre de Meristation". Sánchez comenzó a publicar en la página del cibercafé las críticas que escribían los que acudían a jugar. "Recibimos mensajes que nos animaban a seguir, porque no había ninguna publicación en español en Internet sobre videojuegos. La gente nos escribía para ofrecernos su ayuda. Y así empezó todo".

En 1997 cada ordenador necesitaba una línea de teléfono y un módem. Ahora ya no existe el restaurante ni el cibercafé, pero la página se ha convertido en uno de los escasos éxitos del Internet español.

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