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Muere apuñalado el guarda de una pista de hielo al impedir el paso a unos jóvenes

El fallecido, de origen rumano, vigilaba una instalación municipal en Alcalá de Henares

Un joven vigilante rumano de 28 años, Joan Grancea, murió ayer por la mañana de dos puñaladas en Alcalá de Henares cuando intentaba impedir que un grupo de jóvenes se colase en la pista de hielo temporal instalada en la plaza de Cervantes. Los hechos ocurrieron pasadas las seis y media de la madrugada; fue una empleada de limpieza municipal la primera en llamar al 112. Los facultativos del Samur encontraron a la víctima aún con vida aunque la puñalada que sufría en el tórax acabo por arrebatársela. Su mujer había pasado toda la noche con él.

La mañana de Año Nuevo de Alcalá de Henares se tiñó de desgracia. La ciudad complutense tiene ya el dudoso honor de ser la primera ciudad de la Comunidad de Madrid que inaugura la lista de muertes violentas. Un joven rumano de 28 años, Joan Grancea, murió de dos puñaladas la pasada madrugada después de que un grupo de jóvenes le atacase en la pista de hielo temporal instalada en la plaza de Cervantes. El joven, contratado como vigilante por la empresa adjudicataria de la pista, pasaba la noche junto con su esposa mientras vigilaba el recinto. Pasadas las seis de la madrugada, un joven intentó colarse en el interior de las instalaciones y la víctima le echó, según precisaron fuentes municipales.

Media hora después, el chaval regresó al recinto acompañado de un grupo de unos 10 amigos. La víctima se enfrentó con ellos y al final llegaron a las manos. Por causas que se desconocen, el joven rumano sufrió dos puñaladas, una en la espalda y otra, mucho más grave, en el tórax, que le tocó el corazón. Minutos después, una empleada de la limpieza de Ubaser, empresa adjudicataria del servicio, se topó con la escena. Inmediatamente, llamó al 112 dando la voz de alarma.

Grancea se desangraba por momentos. La puñalada en el corazón era mortal. En torno a las siete y media de la mañana, llegaron al lugar los facultativos del SUMMA. Los médicos intentaron reanimar a la víctima pero sangraba abundantemente, según precisaron fuentes del 112. Finalmente, el joven perdía la vida. El vigilante falleció en el interior de la carpa donde se alquilan los patines y que hace las veces de taquilla. Su mujer fue atendida en el lugar del suceso por una crisis de ansiedad.

La mujer y la empleada de la limpieza estuvieron ayer en dependencias policiales declarando. El Ayuntamiento puso a disposición de la policía las imágenes de las cámaras de seguridad municipales. La pista de hielo está instalada justo enfrente de la casa consistorial. "Las imágenes no han esclarecido gran cosa", precisaron las fuentes informantes. Por el momento, no se han producido detecciones y la investigación sigue abierta.

Por la mañana, un grupo de jubilados permanecía acodados en la valla que circunda la pista. A medida que la noticia se fue propagando por la ciudad, el número de curiosos aumentó. Pero ya no había rastro del suceso, ya que las huellas de la muerte estaban bajo la carpa. Los restos de la Nochevieja volaban por la plaza de Cervantes mientras que algunos jóvenes con ojos vidriosos emprendían el camino a casa.

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Desde el Ayuntamiento aseguran que la pista se abrió el 8 de diciembre y permanecerá abierta hasta el día 31. "La empresa adjudicataria contrató un servicio de vigilancia para que velase por la instalación", precisaron. Ayer, la actividad de la pista quedó paralizada.

La pista de hielo de Alcalá, ayer después del suceso.
La pista de hielo de Alcalá, ayer después del suceso.J. G. T.

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