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500 personas causan altercados al no poder entrar en una discoteca con el aforo completo

El año comenzó con problemas para unos 500 jóvenes que no pudieron disfrutar de la fiesta de fin de año que tenían prevista. Algunos de ellos habían adquirido unos días antes la entrada para celebrar el año nuevo en la discoteca Jácara, pero no les permitieron el acceso al estar lleno el local y procedieron a llamar a la Policía Municipal, según informó Emergencias Madrid. Los jóvenes, al ver que se les impedía el acceso a la discoteca, comenzaron a provocar altercados.

Agentes antidisturbios de las Unidades de Intervención Policial disolvieron sobre las dos de la madrugada del pasado domingo al medio millar de jóvenes que estaban organizando jaleo en los exteriores de la discoteca.

La Policía Municipal ordenó posteriormente el cierre del local, tras comprobar que en su interior había menores. Los agentes verificaron que la macrodiscoteca, catalogada como una sala de fiestas con entrada prohibida a menores de 18 años, no tenía autorización especial para celebrar una fiesta con menores de edad, informó un portavoz de Emergencias Madrid.

Un joven de 17 años resultó herido leve a consecuencia de los altercados, y fue trasladado al hospital Clínico, donde fue atendido de contusiones menores.

El alboroto provocó que cuatro dotaciones de la Policía Municipal tuvieran que acudir a las dos de la madrugada a la discoteca, situada en el número 26 de la calle de Galileo, donde constataron la presencia de varios cientos de jóvenes reclamando el acceso al interior después de haber pagado sus entradas días atrás.

Sin licencia para menores

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Los agentes de la Policía Municipal constataron que la discoteca, con capacidad para 400 personas, estaba llena, mientras que los más de 500 jóvenes que permanecían en el exterior sin poder entrar comenzaron a romper cristales y lanzar objetos y vallas metálicas contra la fachada de la discoteca.

La Policía Municipal clausuró la entrada y reclamó la intervención de agentes de la Policía Nacional, tras comprobar que el aforo del local estaba completo y evitar así un problema de orden público, al observar el incremento de violencia en el exterior. Agentes de la Unidad de Intervención Policial acudieron en apoyo a las dotaciones de la Policía Municipal y disolvieron a los manifestantes que se encontraban en el exterior.

Los agentes de la Policía Municipal realizaron entonces 15 identificaciones aleatorias, todas ellas correspondientes a menores de edad, por lo que, tras comprobar que la discoteca no tenía autorización para organizar este tipo de fiestas, ordenó su desalojo. Posteriormente, los agentes municipales ordenaron el cierre del local y levantaron un acta de inspección. Este periódico no logró conseguir ayer la versión de los responsables de la discoteca.

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