El nuevo trasvase Júcar-Vinalopó recibe la bendición de Europa

La Comisión Europea (CE) bendijo ayer oficialmente el nuevo trazado del trasvase Júcar-Vinalopó, que el Consell y el Partido Popular dijeron que no se haría nunca. La CE comunicó al Gobierno que el cambio de trazado está justificado por la necesidad de preservar el "caudal ecológico del río Júcar". La Unión Europea financiará esta conexión entre cuencas con 120 millones de euros frente a los 80 que concedió al anterior trazado ya derogado.

La transferencia implicará el cierre de pozos y el control de los acuíferos

Los socialistas no podían ocultar ayer su satisfacción por la comunicación de la Comisión Europea, que interpretan como un aval al programa AGUA y a la política hídrica del Gobierno. Una política criticada y cuestionada sistemáticamente desde el PP y el Consell de la Generalitat.

El delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, el socialista Antoni Bernabé, afirmó: "Es una decisión que supone un espaldarazo a la política del agua del Gobierno de Rodríguez Zapatero, que está dando buenos resultados en la Comunidad Valenciana, y que en conjunto supondrá una inversión de unos 3.000 millones de euros". Bernabé indicó que la resolución de la UE se ha enfrentado a "muchos obstáculos que han venido del propio Gobierno valenciano". Bernabé compareció ayer acompañado del presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar, Juan José Moragues, y el consejero delegado de Aguas del Júcar, José María Marugán, para explicar el contenido de la comunicación de la CE.

La decisión europea no implica sólo la recepción de 120 millones de euros para financiar el nuevo trazado del trasvase, sino que abre la puerta a la recuperación de los acuíferos de La Mancha Oriental y del Vinalopó, ya que la Comisión condiciona la ayuda a que el Gobierno acabe con la sobreexplotación de las aguas subterráneas. Moragues aclaró ayer que la aportación del Júcar a la cuenca del Vinalopó permitirá cerrar pozos abiertos garantizando el suministro. La conformidad de la CE obliga también a establecer un plan de control de vertidos y depuración de aguas; a mantener el plan de ahorro y gestión de los regadíos tradicionales y a garantizar el equilibrio ecológico, incluidas las aportaciones a L'Albufera de y el caudal ecológico del Júcar.

Marugán agradeció el apoyo de regantes, organizaciones agrarias y ecologistas y de los alcaldes socialistas de Aspe y Villena por las presiones que han tenido que soportar por parte del PP para defender el trazado respaldado ahora por la Unión Europea. El consejero delegado de Aguas del Júcar anunció que, tras la comunicación oficial de las instituciones europeas, la primera piedra de los cinco tramos pendientes del trasvase se podrá colocar el próximo febrero. El objetivo es que el agua de la desembocadura del Júcar llegue a la provincia de Alicante antes de acabar 2008.