DGT y seguridad vial
Miércoles laborable de noviembre, autovía A-6, en un llano de Ávila, a las 16.00, buena visibilidad, tráfico fluido y tramo recto sin cambio de rasante. Control de velocidad de radar móvil. Me paran y muy amablemente el guardia civil me dice: "Buenas tardes caballero, campaña informativa. ¿Sabe usted que circulaba a 131 kilómetros por hora en un vehículo mixto adaptable?". Respondo: "No, lo siento". Sigue: "¿Sabe usted que la velocidad máxima es de 100 kilómetros por hora para este vehículo?". "No", respondo. "Creía que era 120 kilómetros como los demás. Además, llevo personas, cuatro en total en un vehículo de cinco". Concluye: "Le informo, son 200 euros de multa y dos puntos menos. Muchas gracias".
Ante este hecho y, reconociendo que desconocía las limitaciones para este tipo de furgonetas (una Renault Kangoo 4x4), me pregunto: ¿qué riesgo existe para la seguridad vial por circular a 130 kilómetros en una autovía? ¿Por qué sólo pararon a las furgonetas mixtas y no a todos los demás turismos que nos adelantaban a más de 150 kilómetros? ¿Por qué los efectivos de la Guardia Civil de Tráfico trabajan mayoritariamente en días laborables, cuando las estadísticas de siniestralidad afirman que el mayor número de accidentes se produce en fines de semana y festivos? ¿Por qué somos los profesionales y usuarios habituales de las carreteras los que nos vemos sometidos a este tipo de persecución ilógica por parte de agentes de tráfico? Y, por último, ¿cuántos accidentes mortales ha habido en el tramo en que me pararon aquel día? ¿Por qué no concentran esfuerzos en poner radares en puntos negros?
Señor director general de Tráfico: ¿es éste el objetivo de su programa de reducción de la siniestralidad? ¿O es que hace falta recaudar dinero para otros fines.
