El presidente de la BBC deja el cargo para irse a la televisión privada ITV
El presidente de la BBC ha cambiado de bando. Michael Grade, de 63 años, dimitió anteanoche de su cargo al frente de la radio y televisión estatal británica para unirse a su rival y líder del sector comercial, el grupo ITV. "Fue una decisión profesional muy dura, pero una oportunidad que no pude resistir", dijo ayer haciendo mención a la larga conexión de su familia con la cadena comercial.
El inesperado fichaje cayó como una bomba en el ente público y en el propio Gobierno británico, pero fue celebrado como "un gran golpe" en el equipo de ITV. El grupo atraviesa una etapa de crisis, con pérdidas de audiencia y de publicidad, que forzaron la dimisión, el pasado agosto, de su director ejecutivo, Charles Allen.
La inestabilidad en el canal de televisión ITV se agudizó en las últimas semanas con una oferta de compra por parte del operador de cable NTL y un contraataque de BSyB, el gigante mediático controlado por Rupert Murdoch. El grupo de televisión por satélite adquirió días atrás el 17,9% del capital de ITV en una operación enfocada a frustrar los planes de expansión de NTL, con Richard Branson entre sus principales accionistas.
Grade, quien tomará posesión de su cargo como presidente ejecutivo, deberá dar solución a ambas cuestiones, además de buscar salida a la pérdida de popularidad de ITV.
Veterano de la televisión británica, Grade preside la junta de gobernadores de la BBC desde 2004. Entró en el ente en plena crisis de confianza, en torno a la cobertura de la guerra de Irak, que provocó un brutal enfrentamiento con el Gobierno de Tony Blair. Este episodio forzó la dimisión del entonces director ejecutivo, Greg Dyke.
En estos dos años, Grade ha dirigido la reestructuración de la BBC -un nuevo órgano rector, BBC Trust, sustituirá en enero a la tradicional junta de gobernadores-, pero aún tenía pendiente la crucial negociación sobre la financiación del ente público. Se pasa a la privada en un momento de incertidumbre para la BBC.
