Picasso baila en el Liceo

La vinculación artística de Pablo Ruiz Picasso con el mundo de las artes escénicas tiene su principal exponente en la danza, disciplina en la que su labor como escenógrafo y figurinista alcanzó su máximo esplendor entre 1917 y 1924. Coincidiendo con la conmemoración en Cataluña del centenario de la estancia del artista en Gósol, el Teatro del Liceo de Barcelona presenta hoy y mañana tres coreografías -Parade (1917), El sombrero de tres picos (1919), e Icare (1935)- con decorados y vestuario de Picasso. El Ballet de la Ópera Nacional de Burdeos (Francia) es la compañía que el coliseo lírico barcelonés ha invitado para subir a escena los tres ballets.

La inclusión en el repertorio de la compañía francesa de estas coreografías con los decorados y vestuario creados por Picasso se produjo entre 2001 (Icare) y 2003 (Parade y El sombrero de tres picos). Las dos últimas, de Léonide Massine, fueron introducidas por Charles Jude, director del Ballet de la Ópera Nacional de Burdeos, a sugerencia de Jean-Albert Cartier, quien ya había recuperado los ballets en 1996 cuando ocupaba el cargo de director de la Ópera de Niza. Cartier ofreció al director de la Ópera Nacional de Burdeos los decorados, de cuya reposición se ha encargado Susanna Della Pietra, viuda del bailarín y coreógrafo italiano Enrico Sportiello, quien durante muchos años fue, junto con ella, colaborador de Massine. Icare fue recuperada por Jude para su compañía en 2001, con él mismo bailando el papel protagonista de la coreografía de Serge Lifar ejecutada en la reposición de Attilio Labis, a quien Lifar confió en 1962 la reposición de su ballet en la Ópera de París cuando se estrenó con un nuevo decorado de Picasso.

Cubismo decorativo

Exponente de la dimensión decorativa del cubismo, Parade es el primer ballet en el que colaboró Picasso, quien recibió de Serge Diaghilev el encargo de realizar los decorados y el vestuario a sugerencia de Jean Cocteau, autor del argumento al que Erik Satie puso la música. En la creación de los telones pintados, Picasso conjugó por primera vez cubismo y naturalismo para ilustrar una historia que se inspira en el cuadro de Georges Seurat La Parade (1887), que alude a una feria ambulante donde los artistas, ante la indiferencia del público, ofrecen un avance del espectáculo que presentarán. El estreno mundial del ballet, que causó escándalo, tuvo lugar en el Thâtre du Châtelet de París el 18 de mayo de 1917.

También para Diaghilev y sus Ballets Rusos, Picasso trabajó en El sombre de tres picos, con música de Manuel de Falla, que se estrenó en Londres el 22 de julio de 1919. En las dos funciones del Liceo el bailarín murciano José Carlos Martínez asumirá el papel protagonista de el Molinero. Picasso creó los decorados para la coreografía de Icaro en 1962 a petición de Lifar, quien en 1935 estrenó la coreografía a la que Arthur Honegger puso música con decorados de Paul Larthe. En el Liceo el papel protagonista correrá a cargo del bailarín vasco Igor Yebra.

Todos los decorados que se presentan en el Liceo son copias de los originales, de los que únicamente se conserva el del ballet Parade, que pertenece a la colección de los picassos del Centro Pompidou de París.

Como complemento a las funciones del Ballet Nacional de la Ópera de Burdeos, el Liceo inaugura hoy en el espacio Balcón-Foyer una exposición dedicada al ballet Parade, montada por el Museo Picasso de Barcelona. La exposición, abierta hasta el próximo 10 de diciembre, incluye documentos originales referentes al estreno de la coreografía en el Liceo el 10 de noviembre de 1917, así como reproducciones del vestuario y paneles informativos con imágenes históricas del ballet, sus creadores y sus intérpretes.