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Montilla sostiene que Mas ignora la realidad de Cataluña si rechaza debatir en castellano

Los candidatos del PSC y de CiU mantienen su pulso sobre la audiencia para un 'cara a cara'

Enric Company

Lo que comenzó como una escaramuza preelectoral sobre la fecha y las condiciones de un debate entre los dos candidatos mejor situados para presidir la Generalitat, se está convirtiendo en una confrontación sobre la idea de Cataluña que cada uno de ellos defiende. El socialista José Montilla sostuvo ayer que el nacionalista Artur Mas "no está preparado" para ajercer la presidencia de la Generalitat porque "ignora que más de la mitad de los catalanes ven televisiones en castellano". Ya no es sólo la lengua que se utiliza, sino a qué parte de la sociedad se intenta movilizar.

La controversia la inició Mas al retar a Montilla a un debate cara a cara para confrontar sus respectivas ofertas electorales. Montilla tardó semanas en responder, lo que dio tiempo para que Mas y sus colaboradores le lanzaran todo tipo de pullas despectivas. Pero cuando Montilla aceptó el envite y propuso tener dos debates, uno en una televisión privada en catalán y otro en una televisión privada de ámbito general español, Mas se negó, alegando que no quería "españolizar" la campaña electoral catalana.

Mas afirmó después que, aun en el caso de que acudiera a un debate en una televisión de ámbito general español, se expresaría en catalán. "Montilla, si quiere y se siente más cómodo, puede expresarse en castellano. Yo lo haré en el idioma de Cataluña desde hace 800 años", afirmó el viernes.

Pareció entonces que el debate se centraba en la lengua que utilizar. Pero Montilla fue ayer más lejos al replicar al candidato del centro derecha nacionalista. Y lo hizo de manera rotunda: "Mas miente y engaña. El mismo día que va a Madrid para dar una entrevista en castellano para toda España, monta un escándalo por un debate en castellano".

El candidato socialista explicó que su interés reside "en que tanto la gente que ve televisión en catalán como la que ve televisión en castellano" tenga la opción de escuchar sus propuestas. En este punto añadió que Artur Mas no es un político preparado para presidir la Generalitat porque es "una persona que engaña y que ignora que más de la mitad de los catalanes ven emisoras de televisión en castellano". Lo que subyace en las posiciones de ambas partes está relacionado con uno de los datos más relevantes de las elecciones autonómicas, el que los expertos denominan "abstención diferencial", que perjudica a los socialistas y beneficia a CiU.

Desde 1980, cuando se celebraron las primeras elecciones al Parlament, se ha registrado una participación menos elevada en unos segmentos de población que, en líneas generales, se corresponden precisamente con las características de la audiencia de las emisoras de televisión que emiten en castellano. Y con los electores de la izquierda no nacionalista. O, dicho a la inversa, los mayores índices de participación electoral se dan en las capas de población entre las que obtiene su audiencia la radiotelevisión catalana, que es también donde CiU y ERC obtienen más apoyo.

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Una de las consecuencias que podría tener la introducción de debates electorales en el universo televisivo de las capas populares catalanas que habitualmente consumen televisión en castellano sería la de elevar su interés por acudir a las urnas. Eso es algo que los socialistas consideran de suma importancia para sus intereses, pues es entre estos segmentos de población donde está el grueso de la "abstención diferencial".

Para Artur Mas, en cambio, tener los debates en catalán es como jugar en casa, pues sabe de antemano que en este caso la audiencia está compuesta por electores con los que comparte no sólo lengua, sino una serie de códigos culturales e incluso políticos que con toda probabilidad no actúan en la audiencia de la televisión en castellano.

Los demás candidatos terciaron al inicio de este debate para denuciarlo como un intento de bipolarizar la campaña electoral. Ayer, el cabeza de lista del PP, Josep Piqué, intentó hacerse un hueco. Después de posar para la foto de grupo con los candidatos de su partido en las elecciones autonómicas, Piqué se ofreció para debatir con Montilla en castellano y con Mas en catalán. De esta forma, dijo, cada uno de ellos podría tener debates en la lengua que quisiera.

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