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Análisis:Fútbol | Quinta jornada de Liga
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Organización contra buen espíritu

El Madrid-Atlético ha sido un partido luchado con empeño y fuerza, pero ha demostrado que todos los equipos están en obras. El encuentro ha visto en los primeros 35 minutos a un Atlético dueño de las situaciones, con ideas claras tanto en la defensa como en el ataque. Después del empate a los 35 minutos de Raúl, en el primer disparo del Real, las cosas han cambiado un poquito y los blancos han tenido al final del primer tiempo una oportunidad de marcar con Van Nisterooy. Antes, los rojiblancos habían tenido algunas ocasiones para llegar al 2-0 y aquí han demostrado todavía una falta de personalidad, tranquilidad y convicción en sus capacidades. El primer tiempo se ha acabado con un empate que ha premiado más al Real que a un brillante, veloz y agresivo Atlético. Pero en los últimos 15 minutos la posición de Guti como media punta ha puesto muchos problemas al medio campo del Atlético. Capello es listo y, sabiendo que Maxi Rodríguez y Petrov son dos extremos que juegan muy ancho también en la fase de defensa, ha puesto a Guti al centro con Emerson y Diarra. Por lo tanto, en el medio campo, Maniche y el óptimo Luccin se encontraban siempre en inferioridad numérica: dos contra tres, sufriendo y dejando mucho espacio a un Guti en gran forma y que tiene una capacidad de asistencia como nadie. Creo que Guti, a la espalda con dos grandes tapones como Emerson y Diarra, puede dar al juego del Real una fantasía que hoy con el colectivo no sale fuera.

Que empatara el Madrid con un gol de Raúl tras asistencia de Guti era lo único posible

Que empatase Raúl con una asistencia de Guti quizás era la única cosa posible para un Real al que le costaba construir acciones al toque y que tenía pocas ideas y parecía también en dificultad a nivel físico. El gol de Raúl, alma de este equipo, y la clase de Guti habían hecho el milagro. Yo tenía curiosidad por ver el segundo tiempo porque tenía la sensación de que Emerson y Diarra, después de 35 minutos de sufrimiento, estaban mejorando y Guti, libre de problemas de defensa, podía crear fútbol y oportunidades para su equipo a pesar de las patadas que los jugadores del Atlético le habían pegado.

El segundo tiempo ha empezado con un Real más determinado y un Atlético que presionaba menos y que parecía menos brillante a nivel físico. El cansancio no permitía al Atlético estar junto y corto como en los primeros 35 minutos. De todo esto se aprovechaba el Real con la personalidad y calidad de sus individualidades. En los primeros diez minutos del segundo tiempo los equipos estaban bastante rotos y ambos podían marcar. Crecían las emociones, pero más por las malas posiciones de los equipos que por las cualidades del juego. Cuando los dos equipos perdían el balón, siempre tenían la posibilidad de crear algo de peligro y en una situación de contra Sergio Ramos ha cometido una falta que le costaba la expulsión por doble tarjeta amarilla. El árbitro, Undiano Mallenco, que ha dirigido bien un partido difícil, en esa ocasión ha sido bastante severo. Todo cambió, pero el Atlético no tuvo la convicción, la fuerza y la brillantez para poner en dificultad a un Real que se defendía con experiencia y voluntad. Los rojiblancos se han olvidado de atacar por las bandas, conducían demasiado y no hacían cambios de juego para llegar al final del campo y meter centros. Han hecho poco de todo esto y la única oportunidad salió fuera después de una pared entre Agüero y Torres. Ahí Agüero eligió la cosa menos conveniente y correcta, demostrando ser un talento todavía verde.

Al final, el empate a uno creo que ha sido un resultado justo. El Atlético ha demostrado ser más organizado y el Real tener buenos jugadores y un buen espíritu. Yo creo que el Real debe trabajar para llegar a construir un juego de ataque con más armonía y fantasía y pienso que Capello debe trabajar sobre la línea de la defensa porque me parece que no se mueve junta y tampoco sabe elegir cuándo marcar el hombre, bascular o cubrir la zona. El Atlético tiene, seguro, menos calidad, personalidad y experiencia, pero cuenta con un equipo que se mueve bien. Está claro que lo que el Real puede obtener con poco, el Atlético debe obtenerlo con un colectivo de gran nivel para permitir a sus jugadores mejorar a nivel individual. Los mejores del Madrid fueron Guti, Raúl y, en el segundo tiempo, Emerson y Diarra. Los del Atlético: Pablo, Seitaridis y Luccin.

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