Entrevías 'pierde' parte de su nombre
El Ayuntamiento termina de soterrar 500 metros de raíles, aunque deja en superficie otros 2.500
Tras casi tres años de obras, el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, y su equipo se dieron ayer un paseo por Entrevías (Puente de Vallecas) para anunciar el fin de los trabajos de soterramiento de las vías férreas que dieron nombre al barrio. "Se ha suturado una herida de tres kilómetros que separaba San Diego y Palomeras, en el este, de Entrevías y el Pozo, en el oeste", dijo. Pero la herida suturada mide sólo 500 metros: los que se han cubierto con una gran losa de hormigón convertida en parque público, con fuentes, olivos y zona de juegos. El resto del tramo, 2,5 kilómetros de raíles, sigue y seguirá en superficie, dividiendo el barrio: el Ayuntamiento asegura que no pueden soterrarse por motivos técnicos.
Cuando Ruiz-Gallardón anunció el proyecto en la campaña electoral de 2003 ya advirtió de que el soterramiento sólo afectaría a medio kilómetro de vías. En realidad, el proyecto ni siquiera era idea suya: había sido aprobado por el anterior alcalde, José María Álvarez del Manzano, y éste, a su vez, no había hecho más que recoger -sin llegar tampoco a ejecutar- las promesas de anteriores gobiernos socialistas. Ayer, los vecinos recordaban que llevan "20 años" esperando el soterramiento de las vías. "Al menos Gallardón lo ha hecho, sí, pero la mayor parte del tramo se queda igual", protestaban.
El tramo total son tres kilómetros de la avenida de Entrevías, entre la M-30 y la M-40. Hasta ahora, esos tres kilómetros eran vías férreas de la línea C2 de cercanías que, literalmente, parten el barrio en dos. Ahora, los 500 metros centrales han sido cubiertos bajo una losa de hormigón, a la altura de la estación Entrevías-Asamblea de Madrid.
El resto de la vía férrea sigue como estaba, en superficie, aunque las dos partes del barrio han sido conectadas con tres pasarelas "de diseño". En los laterales se han colocado pantallas antirruido transparentes. También altos muros decorados con siluetas que reproducen vistas de Madrid y con cuatro pinturas del pintor madrileño Ángel Orcajo.
Algunos vecinos alaban pantallas y muros porque "al menos adecentan la zona" y "evitarán el paso continuo de toxicómanos" por las vías; otros se quejan porque los raíles siguen ahí y añaden que la tapia parece, en algunos puntos, un "muro de Berlín" frente a sus ventanas. Todos coincidían, eso sí, en que la zona central, la que sí ha sido soterrada, cambia la imagen de Entrevías.
Esa "área estancial", casi tan grande como un campo de fútbol, queda a nivel de calle en un extremo y un poco elevada en el otro. El parque, al que se accede en las partes altas por rampas y escaleras mecánicas, tiene cinco fuentes, una hilera de olivos, una zona de juegos infantiles con barco pirata gigante incluido y otra con aparatos de gimnasia para que los mayores hagan ejercicio. El césped brilla por su ausencia, pero el pavimento de granito compone un pentagrama con las primeras notas del Himno a la alegría de la Novena Sinfonía de Beethoven. La obra ha costado 33,2 millones de euros.
El alcalde -acompañado por el vicealcalde, Manuel Cobo, la concejal de Urbanismo, Pilar Martínez, y el de Hacienda, Juan Bravo- se hizo fotos con los niños en el tobogán, con los jubilados en los aparatos de pedaleo, y con todos los vecinos que quisieron estrecharle la mano. "¡Gracias, Gallardón! Queda muy bonito", le soltaban en una esquina. "Esto no es lo que nos prometieron, ¡tapen las vías de una vez!", gritaban en la de al lado.
La concejal de Vallecas, Eva Durán, anunció que la losa ajardinada se llamará Mirador de Europa, mientras algunos vecinos le recordaban que las vistas de ese mirador dejan a veces mucho que desear. "Pásese por ahí abajo, por El Pozo", murmuró una mujer. Y otra reclamó a Ruiz-Gallardón: "Por favor, mande a alguien al número 27 de la calle: ¡es el portal de mi casa y está rodeado de basura!".
La Coordinadora de Asociaciones de Vecinos de Vallecas Puente y Villa se mostró decepcionada porque los barrios de Entrevías "siguen separados". La portavoz de IU, Inés Sabanés, también criticó el proyecto por "absolutamente insuficiente y decepcionante". Y el concejal socialista Rafael Merino agregó que la obra "aumenta la grieta histórica de Vallecas y deja dividido el distrito para siempre". El director del proyecto, Luis Martínez, respondió que cubrir los 3.000 metros de vía era "inviable" porque los raíles discurren a muy distintos niveles sobre la calle, de modo que la losa habría adquirido en ciertos puntos "dimensiones de monumento gigante".
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