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Crítica:CRÍTICA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

En la piel de los muertos

Hay un momento especialmente sobrecogedor en esta tremenda película United 93, que relata lo que presuntamente ocurrió a bordo del único de los aviones raptado el 11-S de 2001 por integristas musulmanes que no alcanzó su objetivo, que no era otro que impactar contra la Casa Blanca. Con el avión ya bajo el control del comando, y con su morro apuntando casi a tierra, el montaje alterno nos permite contemplar cómo rezan los dos que están en la cabina del piloto; y también, el resto de la tripulación y los pasajeros. Obviamente, le rezan a un dios diferente: unos, al vengador, al de la guerra; los otros, al misericordioso, al que, esperan, los acogerá en su seno. Porque posibilidades de salvación humana ya prácticamente no quedan.

UNITED 93

Director: Paul Greengrass. Intérpretes: Christian Clemson, Trish Gates, Polly Adams, Cheyenne Jackson, Opal Alladin. Género: drama histórico, EE UU, 2006. Duración: 91 minutos.

Más información
'United 93' revive el pánico del último avión destruido el 11-S

Este momento ilustra a las claras las virtudes del filme. Una esencial: no juzgar. Como si se tratase de un ejercicio behaviorista, la cámara de Paul Greengrass, especialista en cine de acción, curiosamente se limita a mostrar, sin inducir lecturas, como en un documental directo. La brutalidad de la peripecia es de tal calibre que no hay ninguna necesidad de contar una historia de buenos y malos, tentación habitual del cine de consumo americano.

Otra virtud: conceder todo el poder justamente a la alternancia de puntos de vista, a lo que se cuece en cada lugar y en cada momento, casi en tiempo real, con una dispersión que contempla tanto la evolución de los miembros del comando como la presentación de los pasajeros; los puestos de control de diversos aeropuertos, el control civil de Tráfico Aéreo y la sede central de la Defensa Aérea americana. Y otra, en fin, hacer que lo que todos sabemos que pasó se nos contagie limpiamente. Aunque poco sabremos de quiénes son esas víctimas, estamos en todo momento con ellas, la cámara nos introduce violentamente en sus minutos finales, de manera que transmite una sensación constante de pánico, de profundo, inmenso horror.

Montaje dinámico

Todo ello lo obtiene Greengrass con un montaje dinámico, un juego constante de acontecimientos que reviven ante nuestra mirada (los aviones lanzados contra las Torres Gemelas, el desconcierto de las autoridades, la columna de humo que sale del tercer avión, el del Pentágono) con un imparable efecto de catarata. Y el resultado es abrumador: una película inmensamente piadosa con la suerte de sus criaturas, ciudadanos comunes, como cualquiera de nosotros. Un tour de force narrativo, resuelto con una maestría poco común, e incluso algunos finos esbozos de crítica, como recordar el papel poco ilustre de los mandos militares para resaltar el valor de los civiles... Al menos una luz en medio de uno de los episodios más lacerantemente terribles que haya vivido la humanidad en las últimas décadas.

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