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Las salvedades en las auditorías de las empresas cotizadas caen al mínimo

El 92% de los informes registrados este año en la CNMV recibe una opinión favorable

Las cuentas de las empresas están más claras que nunca. El número de informes de auditoría de entidades cotizadas con salvedades ha caído a su mínimo histórico, por debajo del 8% del total, según los datos compilados a partir de los registros públicos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La reducción en el número de salvedades se ha acelerado tras los escándalos financieros y empresariales de hace unos años, que acentuaron la preocupación por la transparencia y la fiabilidad de los estados contables de las compañías.

Limpia. Es la palabra que se repite 685 veces en el registro de auditorías de la CNMV al lado de las cuentas del ejercicio 2005 de las empresas. Nunca antes desde que se puso en marcha ese registro en 1989 tantas cuentas anuales habían recibido la opinión favorable del auditor.

Sólo en 59 casos los auditores han puesto algún tipo de reparo a las cuentas de las empresas. Y en 23 de ellos lo que resaltan es la falta de uniformidad en la aplicación de los principios contables, estando en la mayoría de los casos el propio auditor de acuerdo con ese cambio de criterio.

Brusco descenso

Las salvedades puras afectan sólo a un 4,8% de las cuentas presentadas, esto es, a menos de una de cada 20 empresas. Eso significa un brusco descenso desde los niveles de hace tres años, cuando las discrepancias de los auditores con las cuentas de las empresas eran el triple de frecuentes. Los organismos supervisores han puesto el acento en la importancia de tener unas cuentas con un informe favorable de los auditores.

Tras el estallido de escándalos empresariales como el caso Enron en Estados Unidos o la crisis de Parmalat en Italia, el anterior presidente de la CNMV, Blas Calzada, llegó a blandir la amenaza de la suspensión de cotización para las empresas que, a juicio de los auditores, presentasen irregularidades graves en sus cuentas.

En la actualidad, hay pocas sociedades que hayan recibido informes con graves reparos o incertidumbres. Entre las firmas que cotizan en el mercado continuo, las auditorías más duras corresponden a Avánzit, Española del Zinc, Sniace y Funespaña.

Deloitte expresa incertidumbres sobre el futuro de Avánzit y pone salvedades que dejarían a la empresa con patrimonio neto negativo, es decir, en situación de insolvencia. En particular, ve incertidumbres sobre la recuperación de los créditos fiscales que la empresa ha contabilizado por 200 millones, y que suponen su mayor activo. El auditor cree que, según la normativa, su reconocimiento debería diferirse hasta su realización efectiva, si llega.

Con respecto a Sniace, PricewaterhouseCoopers duda sobre la capacidad de la sociedad para continuar su actividad de forma que pueda realizar sus activos y liquidar sus pasivos de acuerdo con sus cuentas anuales. Subraya que tiene unos fondos propios negativos de 8,4 millones y un fondo de maniobra negativo de 36,6 millones.

Deloitte también ha venido alertando desde hace algunos años sobre la crisis de Española del Zinc, que finalmente entró en suspensión de pagos. En su informe sobre las cuentas de 2005, pone de manifiesto la "incertidumbre relativa a la continuidad de las operaciones de la sociedad", que depende del éxito de su plan de viabilidad con venta de terrenos incluida. Los auditores han puesto reparos a las cuentas de la empresa en 13 de los últimos 16 ejercicios.

Cerca del pleno está también Funespaña, cuyas cuentas han pasado el examen del auditor sólo dos veces en 11 años. En 2005 suspendió por séptimo año consecutivo. KPMG resalta varias incertidumbres que afectan en la mayoría de los casos a su relación con la Empresa Mixta de Servicios Funerarios de Madrid.

Procisa, Tafisa, Urbas y Lefa son algunas otras de las sociedades con salvedades importantes.

Nueva contabilidad

En el Ibex 35 lo que más abundan son las excepciones por falta de uniformidad de los criterios contables. El ejercicio 2005 ha sido el primero de aplicación de las normas internacionales de información financiera (NIIF), lo que ha supuesto recalcular también las cuentas de 2004.

Las NIIF, sin embargo, contemplaban alguna excepción, como la posibilidad de dejar al margen de ese nuevo cálculo, por su complejidad, la norma relativa a instrumentos financieros. A ella se han acogido, con la venia del auditor, empresas como Endesa, Iberia, Sogecable y Metrovacesa. El Grupo PRISA, editor de EL PAÍS, tiene también una salvedad que no afecta a sus cuentas consolidadas relacionada con el cambio contable, al aplicar en sus cuentas individuales (que aún se rigen por el plan contable nacional) criterios homogéneos y consistentes con los del grupo.

El estudio se ha realizado con las auditorías registradas hasta ayer. Lo habitual es que en los restantes meses del año apenas lleguen nuevos informes en relación con las cuentas de 2005.

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