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Crónica:LA CANCIÓN DEL VERANO 1987
Crónica
Texto informativo con interpretación

Boys, boys, boys

- 1987. Guiados por una estrella y una profecía milenaria, tres reyes de lejanos países de Oriente llegan hasta Argentina, donde adoran a un recién nacido, a quién los pastorcillos denominan ya Leo Messi. La población mundial alcanza este año los 5.000 millones. Por primera vez hay más vivos que muertos. El novelista USA Jonathan Safran Foer razona, años después y analizando ese dato, que si toda la Humanidad decidiera representar Hamlet en grupos amateur, no habría suficientes calaveras. Hernández-Mancha, nuevo líder de AP. Con el tiempo llegará a escribir un capítulo en la historia de su partido. Concretamente, el capítulo que empieza, por lo visto, con Hernández-Mancha, de cuyo nombre no me quiero acordar. Cine: Rambo II triunfa en los videoclub. Literatura: Ricardo García Damborenea, Dambo, triunfa en los teleclub. Con su Manual del buen terrorista, un libro en el que defiende aplicar en Euskadi las tesis del General Custer / esto-lo-arreglaba-yo-si-no-fuera-por-los-chupatintas-de-Washington. Que igual es lo que se está haciendo, glups. En otro orden de cosas, la canción del verano es Boys, boys, boys, de Sabrina Salerno, esa gran ideóloga.

- LA MÚSICA 3-D Y EL SOCIALISMO DE LOS OCHENTA. Sabrina Salerno fue, sin duda, una gran renovadora. Renovó el mismísimo concepto Sabrina. Hasta entonces, según su última formulación -Billy Wilder & Audrey Hepburn-, una Sabrina era un palo de gallinero con propensión al moco. Ahora pasa a ser algo difícil de describir sin utilizar las manos. Renovadora del ballet y el bailongo, introdujo la danza sin suspensorios, una dinámica que tal vez hubiera deslucido a Nureyev, pero que sin embargo ella llevó a sus más altas cuotas. Y bajas. Y para la derecha. Y para la izquierda, etcétera. Previamente a todo este vertido de arte, Sabrina renovó el mundo de las azafatas de vuelo, tan encorsetado desde el siglo V antes de Cristo. De hecho, se la había visto trabajando en un avión particular, esos aviones donde las azafatas, más creativas que en las líneas convencionales, no dan la barrila antes del vuelo con lo del chaleco salvavidas. La leyenda urbana explica que el avión era, se dice, de un pollo que se llamaba Silvio Berlusconi. Otro gran renovador de géneros, que contribuyó al lanzamiento de Sabrina a través de sus medios de comunicación italianos. Berlusconi, en aquel momento, era un conocido desconocido en España. Se le describía como empresario modélico -había la tira: Conde, De la Rosa, Sarasola-, simpático y simpatizante del PSI. Ante tanta simpatía, Craxi había cambiado un par de leyes para favorecer la competitividad, la creación de riqueza y bla-bla-bla, que en los 80 posibilitaron la concentración de poder mediático en manos de Berlusconi. Sabrina, ahora que caigo, igual es la metáfora de un socialismo creativo, muy español, muy italiano, muy 80.

- NO SÉ USTED. Tengo 22 tacos. Voy a la uni con unos zapatos cortados. Eso hace mucha gracia a un amigote, hijo de un diputado sociata. Que me señala los zapatos cortados y dice tienes-los-zapatos-cortados, con la boca llena de dientes. Mis antepasados de la rama gore le hubieran puesto contra una tapia. Los de la rama enrollada, le hubieran dado la paliza didáctica / dialéctica. Yo -sign of the time hispano-italiano-, me avergüenzo. Los mercados se llenan de productos franceses que a principios de década sólo pillabas cuando venían en verano los primos, con el coche hasta los topes. Hay la tira de camemberts. Antes sólo había Claudel. Hace años que no veo Claudel. ¿Qué será de Claudel? Puedes pillar un munster, un calvados, un Saint-Émilion con facilidad, escoger un foie con las manos, como en Francia. Pillar una lata de confit o de cassoulet de Castelnaudary, con su, guau, saucisse de Toulouse, que tira de espaldas. Cada tercer jueves de noviembre llega a los comercios chorras -ya los hay- el Beaujolais nouveau, ese vino chorras que tanto gusta a los americanos / los nuevos ricos. La vida es una mezcla de todo eso y de zapatos cortados. Y la imposibilidad de hablar de zapatos cortados. Son culpa tuya. Hay empresarios modélicos, pero no hay nada modélico con zapatos cortados.

Las canciones del año

Notorius. Durán Durán

Max Mix 4. Varios intérpretes

One love to give. Stephanie

Dos corazones y un destino. B. Osborne

Two people. Tina Turner

Me cuesta tanto olvidarte. Mecano

Suburbia. Pet Shop Boys

City Lights. William Pitt

Shake you down. Gregory Abbott

C'est la vie. Robbie Nevil

Fuente: 40 Principales

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