Canarias vive su tercera crisis migratoria al llegar el triple de 'sin papeles' que en 2005
15.000 'sin papeles' procedentes de países subsaharianos han arribado a las islas en siete meses
Canarias está sufriendo la tercera mayor crisis migratoria del año, con una nueva avalancha de cayucos durante los meses de julio y agosto. Las islas han recibido en lo que va de año 15.000 inmigrantes indocumentados, lo que supone más del triple de todos los sin papeles llegados al archipiélago durante el año pasado. Las arribadas de embarcaciones que se vienen registrando desde mayo, con unos 10.000 subsaharianos, han puesto en jaque a los servicios asistenciales canarios, cuyos centros de internamiento acogen a 2.700 extranjeros. El Gobierno insular advierte de que no podrá soportar "por mucho más tiempo la presión migratoria". Sólo en cuatro días de agosto han desembarcado en las islas más de 900 irregulares.
Las llegadas de irregulares a Canarias durante el mes de julio y los primeros días de agosto han superado las de las dos anteriores crisis migratorias de 2006. La primera fue la vivida entre febrero y marzo pasado, cuando arribaron 3.100 extranjeros. Pasado un mes de abril relativamente tranquilo (709 sin papeles), el mes de mayo desbordó todo lo previsible: 4.792 inmigrantes. Fue la segunda crisis.
España se volcó entonces en una ofensiva diplomática en Europa y África, especialmente en Mauritania, que frenó durante el mes de junio las salidas masivas de piraguas desde ese país, cuyos nacionales apenas emigran. Allí permanecen aún una patrullera y un helicóptero de la Guardia Civil y el buque Petrel del Servicio de Vigilancia Aduanera, dependiente de la Agencia Tributaria. Al Gobierno de Nuakchot se le han cedido cuatro patrulleras del instituto armado para que vigile sus costas.
Este dispositivo ha logrado impedir el viaje de otros 800 subsaharianos desde las costas mauritanas, un número que no se computa en las estadísticas oficiales de llegadas de barcas a España, y además ha permitido identificar las rutas de los cayucos, sus puntos de reunión y otros datos vitales para el próximo despliegue de medios europeos dentro del plan Frontex, que sigue sin arrancar.
El descenso fue un espejismo, ya que en julio las avalanchas volvieron, ahora desde el sur de Mauritania y Senegal. Sumados junio y julio, llegaron 4.988 extranjeros. Y agosto amenaza con ser aún peor: en los cuatro primeros días han arribado a las costas insulares casi 900 indocumentados. Sólo ayer tocaron tierra canaria 260 extranjeros, uno de ellos, muerto, lo que eleva a 15 los fallecidos en ruta a Canarias entre julio y agosto, más los 28 extranjeros que el mar expulsó el día 1 a las costas del Sáhara. La presión es máxima.
"Canarias no va a poder soportar mucho más tiempo la presión migratoria", aseguraba ayer en Luis Guillermo Padilla, director general de Relaciones con África del Gobierno canario en la Universidad Menéndez Pelayo, en Santander. "Si no se arbitran las medidas para poder gestionar este fenómeno, nos va a desbordar y no sólo en Canarias. Porque la gente no busca llegar a Canarias, sino que es un lugar de tránsito", agregó.
La presión migratoria ha supuesto que en lo que va de año hayan llegado al archipiélago 15.000 inmigrantes, frente a los 4.715 de todo 2005. La cifra supera el récord absoluto de llegadas de 2002, con casi 10.000 africanos. De hecho, los sin papeles desembarcados este año en las islas ya son más que todos los que arribaron tanto al archipiélago como a las costas andaluzas, el año pasado (11.781). Las islas están al límite de su capacidad de acogida. Los centros de internamiento albergan en la actualidad casi 2.700 extranjeros pese al aumento de las repatriaciones y de los traslados de indocumentados a otros puntos de España.
En los primeros días de agosto han llegado hasta la costa andaluza siete pateras con 156 inmigrantes a bordo, que significan la cuarta parte de todos los llegados a Málaga durante 2005. Las embarcaciones fueron avistadas mayoritariamente en la provincia de Almería, aunque la más numerosa, con 63 norteafricanos, se dirigió a Motril (Granada). Durante el año 2005, la costa de Andalucía recibió 6.654 inmigrantes llegados en patera, de los que más de la mitad aparecieron frente a las costas de Granada y Almería.
Estas cifras, para Andalucía Acoge, demuestran la falta de eficacia del Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE) para controlar las rutas clandestinas en el Estrecho, informa Europa Press. El SIVE se implantó por primera vez en la provincia de Cádiz y, paulatinamente, ha ido extendiéndose al resto de la costa andaluza. "Este sistema de control no está solucionando el tráfico y está endureciendo las condiciones en las que llega este colectivo", afirmó el secretario general de Andalucía Acoge, José Miguel Morales.
Morales también lamentó que menores extranjeros arriesguen su vida "para buscar una solución económica a la situación de sus familias". Andalucía atendió en sus centros de protección en los primeros seis meses del año a 1.400 menores inmigrantes no acompañados, según datos de la Consejería para la Igualdad y el Bienestar Social. La cifra duplica la registrada entre enero y junio de 2004, lo que da idea de la tendencia creciente del fenómeno de la inmigración juvenil.
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