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Condenado a 18 años de cárcel el asesino de Costa Polvoranca tras repetirse el juicio

José David Fuertes tendrá que pagar 120.000 euros a los padres del joven angoleño al que mató

F. Javier Barroso

La repetición del juicio por el llamado crimen de Costa Polvoranca, una zona de copas en Alcorcón, ha encontrado culpable de un delito de asesinato a José David Fuertes, de 28 años. La sección sexta de la Audiencia Provincial le impone una pena de 18 años de cárcel tras concluir que actuó con alevosía, al asestar dos puñaladas que le costaron la vida al inmigrante angoleño Ndombele Augusto Domingos, de 16 años. Fuertes tendrá que indemnizar con 120.000 euros a los padres de la víctima y pagar las costas del juicio, lo que incluye las acusaciones particular y popular.

Fuertes fue declarado inocente en octubre de 2004 por un jurado popular. Las partes, en especial las acusaciones particular y popular, recurrieron ante el Tribunal Supremo. Entendían que la sentencia no estaba suficientemente justificada. A eso se unía que dos testigos habían mentido en el juicio celebrado en la Audiencia Provincial. Todo ello motivó la repetición del juicio.

El jurado, compuesto por cinco mujeres y cuatro hombres, ha encontrado ahora a Fuertes culpable de un delito de asesinato. La sentencia recoge que sobre las 5.15 del 20 de julio de 2002 se inició una discusión en las inmediaciones del pub Inn, en la zona de copas de Costa Polvoranca, en Alcorcón. En la disputa intervinieron Pablo Gómez Sánchez y un grupo de jóvenes, entre los que estaba Ndombele Augusto y Jesús María Velasco.

La discusión terminó cuando Pablo Gómez abandonó el lugar y se dirigió a la puerta del citado pub. Momentos más tarde, Gómez volvió al lugar de los hechos acompañado de varias personas, entre las que estaba el acusado Fuertes. "Utilizando una navaja asestó a Ndombele Augusto dos puñaladas. Las cuchilladas recibidas por la víctima le causaron una herida incisa en la región parietal y en la hemicara izquierda y otra, en el hemitórax izquierdo que alcanzó el corazón en su punta cardiaca y que causó la muerte de la víctima a las 6.10 del 20 de julio de 2002", mantiene el fallo.

La sentencia considera fundamental la declaración del testigo Jesús María Velasco, que presenció todos los hechos: "El ataque sorpresivo y sin mediar palabra ha quedado acreditado tanto por la declaración de Jesús María, que señaló que el ataque fue inesperado y que nada pudieron hacer por la sorpresa y la rapidez del mismo, como por el informe pericial de los médicos forenses que realizaron la autopsia". Éstos constataron que la herida del corazón era mortal, que el fallecido no presentaba heridas de defensa y que los dos navajazos se produjeron de manera seguida y rápida. Concluyeron que el ataque fue "sorpresivo".

Sin mediar palabra

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El tribunal entiende que Fuertes actuó con alevosía, ya que puso los medios para evitar que su víctima se defendiera. El acusado asestó las puñaladas sin mediar palabra, "de forma sorpresiva, repentina e inesperada ante lo que la víctima no tuvo posibilidad de evitar la agresión ni de defenderse". "Estamos ante la alevosía sorpresiva, súbita o inesperada, caracterizadas por el acometimiento rápido, inopinado, fulgurante, no anunciado por signos que lo evidencian, que deja a la víctima inerme e indefensa sin posibilidad de reaccionar frente al acto agresivo", afirma la sentencia, que consta de 26 folios.

Las acusaciones solicitaron la aplicación de la agravante de racismo y xenofobia. Este extremo fue desestimado por el jurado, ya que ningún testigo vio actitudes, gestos o expresiones racistas por parte del acusado. A eso se añade que, cuando el acusado apuñaló a Ndombele Augusto, no realizó comentario alguno del que se pueda desprender el carácter racista de la agresión.

La sentencia asume la pretensión de las acusaciones de que Fuertes indemnice con 120.000 euros a los padres del fallecido. Cree lógica la petición de los letrados, dada la juventud de la víctima y que su vida quedó truncada. Las acusaciones también pretendían que la dirección del pub Inn fuera responsable civil subsidiario. Intentaron demostrar que Fuertes trabajaba como portero de la discoteca. Pero durante el juicio ha quedado acreditado que el culpable no estaba empleado en el bar de copas y que actuó por su cuenta y riesgo.

Filomeno Wzama y Paulina Kikawanakio, los padres de Ndombele Augusto Domingos, mostraron su satisfacción por la sentencia, aunque consideraron "escasa" la pena impuesta a Fuertes y señalaron que sus abogados estudiarán la posibilidad de recurrir en apelación ante el Tribunal Superior de Justicia. En declaraciones a Europa Press, Wzama subrayó que la decisión de los jueces de culpar de asesinato a Fuertes "es justa" y se felicitó porque el asesino de su hijo "no quedará en libertad".

El presidente de Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, afirmó: "Hemos recibido muchas muestras de cariño y solidaridad de colectivos inmigrantes. Se ha demostrado que la justicia española llega a todos".

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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