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250 centros andaluces ofrecerán formación bilingüe a 18.576 alumnos el próximo curso

Dos asignaturas no lingüísticas se enseñan en parte en un segundo idioma

En el curso que está a punto de terminar han sido 140 los centros educativos que se han incorporado al Plan de Fomento del Plurilingüismo, un proyecto que espera mejorara espectacularmente las aptitudes de los alumnos en los idiomas. Son los famosos centros bilingües. El curso que viene serán ya 250 centros de educación obligatoria los que estén implicados en este Plan, lo que supondrá, según los cálculos de la Consejería de Educación, que 18.576 alumnos vivirán esta experiencia, junto a 2.035 profesores. El presupuesto del plan asciende a 140,7 millones de euros.

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"¡Bonjour!". Antes de que se abra la puerta de la clase de 3º de Primaria del colegio Federico García Lorca de Huelva, sus 23 alumnos dan la bienvenida a la maestra que va a impartirles Conocimiento del Medio. Una asignatura que se explicará en francés. Porque el Federico García Lorca es uno de los centros pilotos -algunos llevan trabajando desde 1998- del Plan de Fomento del Plurilingüismo emprendido por la Consejería de Educación. Un ambicioso programa que pretende crear, hasta 2008, 400 centros donde el peso del segundo idioma (inglés, francés o alemán), acompañado de un tercero, sea primordial.

Un centro bilingüe no significa que todas las clases se den en lengua extranjera, sino que hay un profundo refuerzo en las horas en que ésta aparezca (entre un 30% mínimo y un máximo del 50 %del currículo) en Educación Infantil -donde se anticipa el idioma-, Primaria y Secundaria. Su implantación está siendo gradual en los primeros cursos de los tres ciclos, salvo en los centros pilotos como el García Lorca.

Una característica fundamental del plan andaluz es que el idioma extranjero se imbrica en, al menos, otras dos áreas no lingüísticas. Como es el caso de María Barrios, que enseña Conocimiento del Medio, asignatura que imparte en francés una vez a la semana. Es a María Barrios, una de sus maestras de Francés, a la que los críos de Tercero han recibido con un sonoro "¡Bonjour!", al que ella responde de la misma manera. Se inicia la clase. Los niños repiten a coro la fecha de ayer en francés mientras Barrios la escribe en la pizarra: "Lundi, 29 Mai, 2006". "¿Qué tal día hace hoy?" Pregunta en francés la maestra, "Il fait bon et il fait soleil. Ces't la printemps", responden al unísono los alumnos. "Cuando los niños terminan su educación en el centro lo hacen con un nivel de comprensión lectora y hablada muy buena. Quizás algo menos en la expresión escrita y oral. Pero lo entienden todo", explica Barrios.

"Queremos que se trabaje con la lengua de manera integrada, que contribuyan al desarrollo de las competencias", dice Jerónimo Carrascal, jefe de Servicios de la Dirección General de Ordenación Educativa. La Consejería pretende que en los centros bilingües se impliquen al menos dos departamentos no lingüísticos. En cada centro seleccionado se aplicará como mínimo una línea (es decir, una clase de cada uno de los cursos), en función de la disponibilidad y nivel del profesorado. "En el caso de que sólo haya una línea, el centro tendrá potestad para distribuir al alumnado", señala Carrasco sin desestimar la posibilidad de un sorteo.

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"El mensaje que les enviamos a estas áreas es que el profesorado use esta segunda lengua siempre que pueda, y el castellano siempre que sea necesario [...] Siempre han de prevalecer los conocimientos del área", explica Carrascal, quien apunta que no se daría esa asignatura no lingüística en el segundo idioma si no hay al menos un profesor del departamento con un alto nivel de competencias. "Hay que recordar, además, que los centros se presentan de forma voluntaria, aportando un proyecto aprobado por al menos dos departamentos no lingüísticos, de los lingüísticos, del claustro y del Consejo Escolar", añade.

Y si un profesor no tiene el nivel adecuado, ¿cómo formarlo? ¿Y en cuánto tiempo? "Se han previsto cursos de formación a través de las Escuelas Oficiales de Idiomas -las únicas que expenden títulos con validez académica- además de cursos de formación y perfeccionamiento en el extranjero de 15 días, un mes y tres meses", indica Jerónimo Carrascal. El mismo responsable cree que en dos o tres años se puede capacitar a un docente. Recuerda además que los profesores cuentan con la ayuda de auxiliares (estudiantes y docentes de intercambio que les forman y asesoran).

Sonia Gaya, secretaria de Educación Pública de UGT Andalucía señala que la Administración debe cuidar el esfuerzo de estos docentes evitando en lo posible los largos desplazamientos a las Escuelas Oficiales de Idiomas, cuidando la intensidad de los cursos y procurando que estos cumplan su calendario.

La Administración calcula que con buena disposición, un profesor puede adquirir los conocimientos necesarios para dar clase en otro idioma a los dos o tres años de iniciar su refuerzo lingüístico. Un periodo que, por la experiencia de algunos profesores como María Barrios, es poco. "Se necesita más tiempo para enfrentarse a una clase. Pero hay casos muy distintos. Yo conozco gente con mucha predisposición, echada para adelante. Pero en su mayoría jóvenes", dice.

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