_
_
_
_
_
Reportaje:PRUEBA

Un camaleón muy distinguido

Una carrocería de todoterreno, un interior tan flexible como el de los monovolúme-nes, y el confort, la calidad y el equipo de seguridad de las berlinas de lujo. El Q7 es un familiar de aspecto imponente que destaca por su versatilidad. Permite viajar con comodidad en asfalto y recorrer pistas de tierra, puede incorporar siete asientos individuales, y tiene unos precios similares a los de sus competidores (desde 54.860 euros).

El Q7 es la propuesta de Audi para competir con los 4×4 de prestigio que triunfan en los países desarrollados (BMW X5, Mercedes ML, Porsche Cayenne, Range Rover y Volvo XC90). Todos nacieron como alternativas a las grandes berlinas de lujo, cada vez menos atractivas para las nuevas generaciones con alto poder adquisitivo, y son también la punta de lanza de las marcas europeas para ganar mercado en Estados Unidos. El nuevo Audi refleja estas premisas y mide 5,08 metros de largo, unas medidas espectaculares y excesivas para las calles y garajes europeos. Pero puede incluir siete plazas, un detalle que realza sus virtudes familiares y que sólo ofrecía hasta ahora el Volvo XC90 entre los 4×4 de prestigio.

Línea y medidas superlativas

La línea del Q7 refleja también un compromiso estético. El tercio superior, desde las ventanillas hacia arriba, mantiene el aire estilizado y deportivo de Audi, y se aprecia en el trazo descendente del techo y el portón trasero inclinado hacia delante, que aligeran la figura. Pero la zona inferior es muy voluminosa, sobre todo en el frontal, que integra una parrilla muy vertical y un tanto exagerada. La cintura alta de las puertas, las aletas resaltadas y las grandes ruedas aportan esa imagen sólida y algo ostentosa tan valorada en Estados Unidos.

Al margen de su aparatosidad, el Q7 tiene muchos detalles de calidad: emplea materiales ligeros como el aluminio para aligerar el peso y ofrece una aerodinámica eficiente (CX: 0,34).

Pero su tamaño presenta ventajas y permite habilitar un interior muy amplio, con capacidad para siete personas (2+3+2). Las plazas delanteras son generosas y cuentan con dos buenos butacones. La segunda fila, regulable en longitud e inclinación, tiene suficiente espacio para las piernas, y la tercera, opcional (870 euros), sirve para niños y trayectos cortos. Pero lo mejor es que en total ofrece 28 combinaciones posibles entre los asientos y los cinco posteriores se pliegan y quedan ocultos en el piso por si se necesitan. Además hay huecos para objetos y posavasos repartidos por todas partes, y tiene un maletero enorme, de 775 litros (cinco plazas).

Boletín

Las mejores recomendaciones para viajar, cada semana en tu bandeja de entrada
RECÍBELAS

Por lo demás, el Q7 presenta un interior elegante, a la altura de las mejores berlinas. El salpicadero incluye dos pantallas, una con el sistema de información MMI, algo complicado de manejar al principio. Tiene también unas suspensiones cómodas y una insonorización que hace difícil distinguir si el motor es de gasolina o diésel. Y permite viajar con un confort y seguridad sobresalientes que destacan aún más con la suspensión neumática opcional (3.120 euros).

Sólo dos motores

La gama del Q7 incluye dos motores: 3.0 TDi de 233 CV (desde 54.860 euros) y 4.2 V8 de 350 CV en gasolina (72.600), ambos con cambio automático secuencial de seis marchas y tracción Quattro. El equipo de serie es completo: ocho airbags, ABS, ESP, climatizador, sistema de información MMI con pantalla en color, radio-CD... Y aunque faltan detalles como los sensores de lluvia y faros, habituales en coches más populares, hay muchas opciones para elegir.

Conclusión

El Q7 es un todoterreno muy práctico para el uso familiar. Combina la calidad y elegancia de Audi con un interior amplio y flexible que se adapta a cualquier situación. Tiene un comportamiento conseguido, una mecánica de calidad y un buen equipo de seguridad. No cuesta más que sus rivales, y puede incluir siete plazas, dos más que la mayoría de sus competidores.

El Q7 tiene una imagen imponente que rompe con la elegancia discreta que distingue a Audi. Destaca el frontal, muy vertical y voluminoso, que sigue los gustos del mercado norteamericano.
El Q7 tiene una imagen imponente que rompe con la elegancia discreta que distingue a Audi. Destaca el frontal, muy vertical y voluminoso, que sigue los gustos del mercado norteamericano.ENRIQUE BROOKING

AMPLITUD Y CALIDAD

El interior del Q7 mantiene el estilo elegante y refinado de las berlinas de Audi, tanto en la calidad de acabado como en los materiales y ajustes. Destaca el aspecto cuidado y ordenado del salpicadero y la consola central, que transmiten sensación de solidez e integran los mandos con gusto. El 4×4 de Audi puede incluir una suspensión neumática opcional que permite regular la altura al suelo y se conecta con una tecla situada junto a la zona del cambio. Pero el lujo es también el espacio disponible, porque ofrece un interior muy desahogado. Su mejor aportación frente a otros 4×4 de prestigio es la modularidad interior y la posibilidad de incluir hasta siete asientos. La segunda fila tiene tres plazas, aunque la del centro es más estrecha e incómoda, pero se regula en longitud e inclinación, y, al igual que la tercera, se pliega en el piso y deja toda la superficie plana para facilitar la carga. En cambio, esta última presenta un acceso incómodo, sólo sirve para niños o casos de apuro y cuando se utiliza reduce la capacidad del maletero desde 775 litros (cinco plazas) hasta sólo 330 (siete plazas).La zaga tiene un aspecto menos pesado y voluminoso que el frontal. La luneta está bien integrada y la doble salida del escape aporta un discreto toque deportivo.

PRECIOS SIMILARES

El Q7 tiene unos precios similares al resto de los todoterrenos de prestigio, pero aporta dos detalles diferenciadores: viene de serie con ocho airbags y puede incluir como opción una tercera fila de asientos con dos plazas suplementarias.La propuesta más asequible es el Volvo XC90, el único que ofrece también siete plazas, las dos últimas opcionales (620 euros). Cuesta 3.600 euros menos que el Audi, pero tiene un turbodiésel menos potente y prestaciones inferiores. El VW Touareg monta el mismo motor que el Q7, pero con ocho CV menos y sale 3.100 euros más económico. El Mercedes ML 320 es 1.000 euros más barato, tiene un equipo de serie similar y ofrece más recursos en conducción 4×4. Y la diferencia con el X5 se reduce a 600 euros: el BMW es el peor dotado para el campo, pero tiene unas prestaciones superiores en carretera.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_