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Análisis:A LA PARRILLA | PROGRAMACIÓN
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Magia para inteligentes

Tomàs Delclós

El poeta y mago Joan Brossa decía que la magia es para espectadores inteligentes. Éstos, sabiendo que lo son, se dejan engañar tranquilamente. En cambio, el tonto no quiere ser descubierto y no admite el engaño. Se pasa todo el espectáculo buscando el truco en lugar de disfrutar de la ilusión. Nada x aquí (Cuatro) tiene un público inteligente que no oculta su perplejidad después de que su anillo haya aparecido en una máquina de golosinas o la carta escogida quede pegada en el interior de un escaparate. Esta imagen del público pasmado es lo que falta en muchos programas de magia por televisión.

El espacio tiene tres escenarios. El plató, adonde acuden artistas invitados. Hay que reivindicar el ilusionismo en el escenario, muy raro en los teatros españoles. El segundo, es la calle. Van a una plaza, a un colegio -auténticamente poética la escena en un patio escolar- y asaltan a los transeúntes con el encanto de la magia de cerca. En el tercero, el público ignora que está ante un acto de ilusionismo. Una supuesta cajera rompe los billetes de los clientes para, tras el susto, devolverlos íntegros o se meten en una cocina para sacar pajaritos del fuego. Esta broma de cámara oculta convierte el público en víctima temporal de la magia, contra la estupenda lógica del programa que lo hace partícipe de un milagro inexplicable. Es una pega menor en la difícil y bella apuesta de unos jóvenes magos que, con pasión y talento en las rutinas mágicas, proponen cada sábado que seamos inteligentes y nos dejemos engañar, maravillar.

Otrosí. La infografía televisiva avanza a pasos agigantados. Ahí está el espléndido uso en la fórmula 1 (Tele 5). La misma emisora aplicó con igual esmero los datos infográficos para darnos los años, estudios y medidas (90-60-90) de las señoritas que concursaban para Miss España. La cámara lamía sus cuerpos para que los telespectadores, vía teléfono, pudieran votar. Mientras, el presentador se esforzaba en decirnos que la mayoría tenía estudios. Un empeño inútil para combatir el aroma rancio que tuvo la cosa.

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