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Graves incidentes en Euskadi tras la muerte por infarto de un segundo preso de ETA

La banda culpa del suicidio de Angulo a la "política de dispersión y exterminio" del Gobierno

La noticia de que el preso de ETA Roberto Saiz había fallecido ayer de un infarto en la cárcel de Aranjuez (Madrid), la segunda muerte de un recluso etarra en pocos días, desencadenó una oleada de incidentes en el País Vasco. Los disturbios más graves se produjeron en Vitoria, donde una marcha contra la muerte de cinco trabajadores hace 30 años se transformó en un homenaje a los dos presos. La Ertzaintza disolvió la protesta porque la Consejería de Interior prohibió cualquier tipo de homenaje. Dos agentes resultaron heridos y un alborotador detenido. ETA hizo público un comunicado en el que responsabiliza del suicidio de Igor Angulo a la "política de dispersión y exterminio" y a los partidos que la apoyaron, como el PNV.

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Cuando aún no habían finalizado en Euskadi los actos de protesta por la muerte de Igor Angulo, hallado el lunes pasado colgado en su celda tras el recuento matutino, ayer se propagó como la pólvora la noticia del segundo fallecimiento en esta semana de un preso supuestamente de ETA: Roberto Saiz Olmo, de 41 años, encarcelado el 11 de septiembre de 2003 bajo la acusación de haber alojado en su domicilio al entonces jefe del comando Vizcaya, Jon Kepa Preciado. En esta ocasión, la causa de la muerte fue un ataque al corazón, según fuentes de Instituciones Penitenciarias.

Según el relato oficial, Saiz, delegado del sindicato abertzale LAB en el hospital bilbaíno de Cruces, comenzó a sentirse mal a primeras horas de la mañana y se lo comunicó a su compañero de celda, otro preso por supuesta relación con la organización terrorista, quien alertó a los funcionarios de prisiones. Saiz fue trasladado a la enfermería de la prisión a las 9.50 con parada cardiorrespiratoria, según informaron los servicios médicos. El personal médico comenzó a realizarle maniobras de reanimación, al tiempo que se daba aviso al servicio de emergencias.

Poco después llegó el personal de emergencias, que continuó con las maniobras de reanimación y el suministro de adrenalina y otras sustancias para intentar reanimarle. Los médicos intentaron durante una hora salvar al paciente, pero a las 10.50 se certificó su muerte, según la narración oficial de Instituciones Penitenciarias. Hace semanas Saiz ya había referido dolores en el pecho y molestias a los médicos de Cardiología del hospital Gregorio Marañón, según Prisiones, que le reconocieron el pasado 12 de febrero, aunque no le pusieron ningún tratamiento.

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"Recomendaron unas pruebas para comprobar su estado y el pasado lunes 27 se le realizó un electrocardiograma, que dio resultado normal", añadieron ayer las mismas fuentes a este periódico.

La Consejería vasca de Interior ya anunció desde el mismo lunes la prohibición de todos los actos de homenaje a Igor Angulo ante el riesgo de que se produjeran actos de apología del terrorismo. Pero lo que no podía prever era que una manifestación de Batasuna por la mañana en Vitoria para recordar los sucesos de marzo de 1976, en los que murieron cinco trabajadores tras una carga policial, se transformara en una marcha de apoyo y homenaje a los dos presos fallecidos.

Al término del acto, en el que el dirigente de Batasuna Joseba Álvarez denunció las muertes de Angulo y Saiz, se inició una segunda manifestación para homenajear a los dos presos muertos con una pancarta en la que se leía en euskera Igor asesinado-El pueblo no perdonará. La Ertzaintza comunicó a los asistentes que la marcha era ilegal y la respuesta fue el lanzamiento de objetos contra los agentes, dos de los cuales resultaron heridos leves. Entonces cargaron con material antidisturbios contra los manifestantes y detuvieron a uno de ellos. Posteriormente, jóvenes encapuchados quemaron contenedores y cruzaron coches en la zona. La sede del PNV en el barrio vitoriano de Zaramaga fue atacada con piedras. Los atacantes rompieron las lunas que habían sido repuestas tras el ataque del pasado miércoles. Por la noche, en Vitoria, la Ertzaintza cargó contra un grupo de personas que portaba una pancarta con la foto de los dos presos y una ikurriña, y que participaba en una marcha de más de 2.000 personas en recuerdo del 3 de marzo. La policía detuvo al menos al portavoz de la asociación de víctimas del 3 de marzo y tres personas resultaron heridas.

Además, en Vizcaya un grupo de encapuchados apedreó por la tarde el batzoki (casa del pueblo del PNV) de Algorta y prendió fuego a contenedores y neumáticos. En Durango, fueron atacados con cócteles molotov dos cajeros y una oficina de Correos. En Portugalete, apedrearon y pintaron el batzoki y varios radicales rociaron con spray en la cara a una mujer que les recriminó el hacer pintadas en un autobús en recuerdo de los dos fallecidos. La Consejería de Interior, ante el llamamiento de ETA y de Batasuna a la movilización, reiteró que "todas" las concentraciones relacionadas con los dos presos son delito y están prohibidas. El portavoz de Batasuna, Arnaldo Otegi, informa Genoveva Gastaminza, emplazó al lehendakari a "no agravar más la situación" con las prohibiciones y dijo que lo que ocurra hoy en Santurtzi no puede ser responsabilidad de quienes pacíficamente quieren asistir a la despedida de ambos presos.

Agentes de la Ertzaintza detienen a uno de los participantes en la protesta de ayer en Vitoria.
Agentes de la Ertzaintza detienen a uno de los participantes en la protesta de ayer en Vitoria.L. RICO

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