Vinos para sibaritas: 80.000 euros la botella

Unico, exclusivo, extraordinario, elegante... Así describen los enólogos el Château d'Yquem, el vino blanco dulce de Sauternes, al sur de la región de Burdeos. Su elaboración se remonta a la Edad Media, y en la clasificación imperial de 1855 accedió a la calificación propia de Premier cru superieur. Cuatro años más tarde, Constantino de Rusia, hermano del zar Alejandro II, pagó 20.000 francos de oro por barricas con 900 litros de la cosecha de 1847. Y esta semana, el Château d'Yquem ha vuelto a cosechar un precio exorbitante. Un multimillonario estadounidense ha adquirido una botella de la añada de 1787 por 100.000 dólares (unos 80.000 euros). Todo un récord en vinos licorosos. La marca anterior, de 56.000 dólares, se había fijado en 1985.

El Château d'Yquem de 1787 volará a Estados Unidos en avión privado, a una altura moderada para evitar que la presión provoque el descorche

Pero este Château d'Yquem no es un caso aislado: hay otro ejemplo que se le aproxima, y con nombre español: Vega Sicilia Único. Recientemente, en un festival benéfico celebrado en Florida se pagaron 80.000 euros por un lote de dos doble Magnum de las añadas de 1987 y 1989.

La transacción la cerró Stephen Williams, fundador y director de Antique Wine Company, firma londinense especializada en la compraventa de vinos con solera. Localizó este reliquia del siglo XVIII en una bodega francesa y ahora se dispone a entregarla personalmente a su nuevo propietario, cuya identidad se mantiene en secreto. Volará a Estados Unidos en avión privado, a una altura moderada, para evitar que la presión provoque el descorche de la botella. "Es el compañero de viaje más caro y mimado que he tenido jamás. Pero a unos 14.500 euros por copa, debo asegurarme de que nuestro cliente se quede con un gusto dulce en la boca", exclamó Williams el pasado día 10.

El D'Yquem enriquece con el tiempo. "Tiene una concentración que le permite madurar con los años, e incluso siglos. Al margen de su sabor, beberlo es una notable experiencia nostálgica. Cuando los campesinos de Burdeos vendimiaban estas uvas, George Washington se convirtió en el primer presidente de EE UU, comenzaba la Revolución Francesa y James Watt desarrollaba el motor de vapor", añadió.

Hay mucha historia detrás de los caldos de la más exquisita bodega de Sauternes. Siendo embajador en París, a finales del siglo XVIII, Thomas Jefferson escogió barricas enteras de las añadas de 1784 y 1787 para su consumo personal, y de esta última cosecha regaló seis botellas a su amigo Washington. Antes había hecho incrustar sus respectivas iniciales en el cristal de cada botella. Catador de licorosos europeos, Jefferson juzgó el Château d'Yquem como "el mejor vino que he probado".

Es larga la lista de personalidades que se han decantado por el rey de los caldos licorosos: Turgueniev, Colette, Proust, Josephine Baker, Napoleón, Stalin y varios papas y reyes.