Firmas en colegios de Granada
La derecha es ansí. La polémica vuelva a salpicar a Granada; y es que resulta que algunos profesores han presionado presuntamente a alumnos de dos institutos de esta ciudad para que estampen su rúbrica en el famoso referéndum desmañado y petardista organizado por el Partido Popular.
Este tipo de sucesos que representan una bajeza moral y una desfachatez imponderable, son lamentables y tristes por dos sencillas razones. En primer lugar, porque el hecho en sí produce vergüenza ajena a cualquier persona con la capacidad de criterio suficiente para ser considerada como tal. Pero también por el poco revuelo informativo que producen y la asimilación con la que los ciudadanos los recibimos.
Las conductas que viene reproduciendo la "derecha real" española (y a la que parece se le ha unido la "derecha oficial" de un tiempo a esta parte) no causan sorpresa a estas alturas a una opinión pública que observa este tipo de comportamientos típicos y comunes como intrínsecos a ella. Sin embargo, cuando surge algún escándalo en las filas de la izquierda, la percepción que se tiene de ellos es siempre coherente con el grado de tropelía que se de en cada caso.
Existen claros ejemplos de estos últimos, por lo que sería un error rasgarse las vestiduras en este sentido. Así y todo, no estaría de más que se estudiara este fenómeno de manera más profunda.
Pero un hecho como este, que debería como mínimo hacer reflexionar al Partido Popular sobre los elementos que forman la base de su estructura partidaria, no puede pasarse por alto como si de una anécdota más se tratara.
Los responsables políticos que han llevado y llevan la vitola de organizadores de este acto petitorio reivindicativo deberían dar la cara y pedir perdón en primer lugar a los alumnos de esos institutos y a sus familiares, y en segundo lugar a los ciudadanos que, por desgracia, nos hemos acostumbrado a la oscura, falsa y obtusa actitud de las bases y las élites populares. Aunque en fin..., la derecha es ansí.
