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Reportaje:EL CONTROL DEL SISTEMA FINANCIERO

Se abre la sucesión en el Banco de España

El Gobierno tratará de evitar un nuevo enfrentamiento con el PP por el futuro gobernador

Miguel Ángel Noceda

"Un banquero central ha de ser una persona tranquila, sosegada, previsible y aburrida, que nos mantenga libres de sobresaltos". La frase, atribuida al entorno del Gobierno, mezcla deseo y realidad. Aunque el vicepresidente Pedro Solbes se ha limitado a perfilarlo como "un profesional respetado, capacitado e independiente", la tradición confirma que los gobernadores que ha tenido el Banco de España han reunido unos cuantos, si no todos, de esos lustrosos adjetivos. Por otro lado, la realidad financiera demuestra que hay poco sitio para el aburrimiento y que el banquero central lo que debe hacer es velar por la estabilidad monetaria y de las entidades crediticias.

No se sabe, y probablemente tardará en saberse, en quién piensa Solbes para ocupar el cargo de gobernador que Jaime Caruana dejará el próximo mes de julio. Queda todavía tiempo, pero el propio ministro, ante el aluvión de nombres que han aparecido como candidatos, se ha encargado de precisar que no tiene previsto desvelar el nombre hasta el último momento y que, incluso, no lo sabe ni quien lo va a ser. Lo único que ha llegado a revelar a sus más cercanos es que su candidato "será incuestionable". Y es que Solbes sabe que, en este caso más que nunca, quien tiene la última palabra es el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "al que le hace una inusitada ilusión", ya que es el único nombramiento de un organismo regulador que depende directamente de él. En cualquier caso, en La Moncloa y en el Ministerio de Economía existe la firme voluntad de consensuar con el PP la decisión, tanto del gobernador como del subgobernador.

Lo único que ha llegado a revelar Solbes es que su candidato "será incuestionable"
La lógica indica que gobernador y subgobernador deben entenderse a la perfección
"Si les da por hacer política podrían acabar con el prestigio del banco"
La tradición conduce a que ocupe el cargo de subgobernador un hombre de la casa
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Según la Ley de Autonomía del Banco de España de 1994, el gobernador es nombrado por el Rey a propuesta del presidente del Gobierno para un mandato, no renovable, de seis años entre personas de "reconocida competencia en asuntos monetarios o bancarios". Con carácter previo, el ministro de Economía "comparecerá" ante la Comisión correspondiente del Congreso de los Diputados "para informar sobre el candidato propuesto". El subgobernador, a su vez, es nombrado por el Gobierno a propuesta del gobernador entre personas con iguales competencias para un mandato simultáneo al de éste e igualmente improrrogable. El Banco de España es independiente exclusivamente en política monetaria, en todo lo demás actúa por delegación de Economía, respetando la política económica trazada desde el ministerio.

Es decir, el Estatuto otorga la iniciativa al presidente del Gobierno y establece una suerte de tándem al prever que el subgobernador sea nombrado por el gobernador. En ningún lugar está escrito que los nombramientos deben repartirse entre el Gobierno y el primer partido de la oposición, pero la experiencia aconseja un pacto entre ellos para que asegurar una buena convivencia. Por ejemplo, Caruana recibió -dentro de un abanico de nombres en los que estaban Juan José Toribio, José Luis Feito, Manuel Pizarro y el entonces subgobernador Miguel Martín- el respaldo del PSOE, y después este grupo apoyó a Gonzalo Gil para subgobernador. El Gobierno del PP había teledirigido a Caruana para el puesto nombrándole un año antes director general de Supervisión. En el cambio anterior, en 1994, no había duda de que sería Rojo el gobernador y al PP le pareció mejor Miguel Martín que José Pérez entre las personas que propuso Rojo para ser su segundo.

La lógica indica, además, que los dos componentes del tándem deben entenderse a la perfección para que puedan compartir las funciones sin que nadie ponga palos en las ruedas. "Asimismo, parece conveniente contar con la opinión de la gente del banco, que es una máquina imparable, un organismo pensante con profesionales de primer nivel y análisis económicos muy de vanguardia", defiende un ejecutivo de la entidad.

"El reparto político, sin embargo, es irremediable", sentencia esa fuente. En estos momentos, las relaciones entre Gobierno y PP no invitan, precisamente, a pensar que en la sucesión en el Banco de España no se vaya a abrir un nuevo capítulo de las continuas peleas que les enfrentan (Ley de Educación, matrimonios homosexuales, Estatut catalán, OPA sobre Endesa ...) No obstante, el buen entendimiento que existe entre Solbes y el responsable de Economía del PP, Miguel Arias Cañete, es un dato a favor para que haya paz. "Pero hay que tener en cuenta que en el PP también hay más gente que corta el bacalao", asegura un diputado del PSOE. En cualquier caso, todo depende de que a quién se proponga no sea considerado casus belli en Génova. "Lo que ha pasado con los organismos reguladores, en los que han colocado personas con perfil muy político, es una lección de lo que no hay que hacer", advierte Arias Cañete. "Y si en los organismos reguladores, es malo; en el Banco de España, es letal", apostilla.

Todos coinciden en que la persona que ocupe el Banco de España debe tener peso, solvencia y ser independiente "porque si les da por hacer política podría acabar con el prestigio del banco", advierte un ex consejero.

Arias, por su parte, añade "que no debe ser un utópico". "El Banco de España debe afrontar un proceso de renovación y, además, se avecina una desaceleración económica que hace que el que tiene que estar al frente debe ser un profesional con mayor independencia política y que sea no servil. Si el candidato, sea del género masculino o femenino, cumple ese perfil se aceptará; si no, será difícil", incide. "Debe ser un tipo de la envergadura de Solbes", añade, sin descartar al propio ministro.

El caso es que, pese al pretendido hermetismo gubernamental, el carrusel ya no deja de girar. "Es normal que eviten dar nombres porque no quieren quemar a nadie ni crear incertidumbres", dice el ejecutivo del banco. "Es demasiado pronto", precisan en foros políticos. En las entidades bancarias prefieren no apostar por ningún candidato, pero sostienen que quieren que se respete al equipo directivo actual "porque eso significa que se mantiene la estabilidad".

Posiblemente una de las personas a las que Arias Cañete considera con perfil demasiado político es el secretario de Estado y asesor del presidente, Miguel Sebastián, uno de los nombres que han aparecido en las quinielas que corren por la city madrileña. Sin embargo, el propio Sebastián se ha descartado.

La única mujer que figura en esas listas es Soledad Núñez, una profesional criada en el Banco de España (su padre fue director de la institución), en la actualidad es directora general del Tesoro (cargo por el que es consejera del Banco de España y de la Comisión de Valores) y perteneciente al grupo de economistas próximos a Moncloa. "Es conocido el interés de Zapatero de impulsar a la mujer a cargos de responsabilidad y no cabe duda de que para el Banco de España sería un hito el nombramiento de la primera mujer al frente de la institución. Además, cumple con el perfil profesional perseguido", comenta un analista.

Otra de las personas que entra en esos cánones es Julio Segura, que aunque no es un pata negra (de toda la vida) de la institución es consejero del banco central español desde hace 15 años y miembro de la comisión ejecutiva desde hace 11. De talante progresista, cumplirá 63 años en marzo y ya figuró en la renovación de hace seis años. Fue él quien dibujó el perfil del subgobernador, antes de que se propusiera a Gil, como un hombre sin afiliación política y sin aspiraciones a ser gobernador pero que pueda complementarle "y no le corte la hierba bajo los pies". Así lo apunta un político que conoció el cambio y los encuentros secretos del socialista Luis Martínez Noval con Rodrigo Rato en el Senado para pactar los nombres. Segura ha mantenido una sintonía total con Caruana y Gil en la comisión ejecutiva de la entidad.

Fuentes del entorno socialista consideran que "es el que mejor viste el banco". Por otro lado, un ex alto cargo del Gobierno anterior sostiene que "es sensato, capaz y con mucha personalidad". "Otra cosa es la pareja que le propongan, ya que Segura no tragaría con cualquiera", señalan.

También se ha barajado el nombre de Gonzalo Gil como hombre de consenso, defendido dentro de la casa ("ha dado la vuelta al banco como un calcetín"), aunque él no tiene ninguna intención de ocupar el cargo. Gil, que lleva 38 años en el banco, se conoce su fontanería de arriba abajo y le gustan poco las fachadas. A él se debe en gran parte la modernización que ha experimentado la institución en estos años.

Y aunque Solbes se cierre en banda, algunos analistas han hecho cábalas sobre otros candidatos que provengan de su entorno. Se ha hablado, por ejemplo, de José Juan Ruiz, quien fuera jefe de gabinete de Solchaga y que ahora se siente muy cómodo como director del Banco Santander; del catedrático de Economía Emilio Ontiveros; de Alfredo Pastor, quien ocupó la Secretaría de Estado de Economía en el anterior mandato de Solbes en el ministerio; del actual titular de ese cargo, David Vegara... "Son nombres de relleno, lanzados para poner en valor a otros e intoxicar de manera interesada", comenta una fuente cercana a uno de los implicados. "Más allá de los nombres, lo importante es modernizar el banco", apunta otro, que añade: "Lo importante es que no llegue alguien que no conozca la casa y se la pegue".

Para subgobernador, la tradición conduce a que ocupe el cargo un hombre de la casa (se ha repetido en los últimos casos con Rojo, Martín y Gil) y se espera que ahora pase lo mismo, "entre otras cosas porque garantiza el conocimiento de las tripas de la institución". Nadie quiere descartar a ninguno de los cinco directores generales actuales (José Luis Malo de Molina, José María Roldán, Pedro Pablo Villasante, José Viñals y Javier Arístegui), aunque la mayor o menor vinculación política con uno u otro bando les da más o menos opciones. Por ejemplo, Roldán, que fue jefe de gabinete de Rato y es cuñado de Manuel Pizarro (presidente de Endesa), gozaría de las preferencias del PP, pero evidentemente no del PSOE. También se otorgan vinculaciones ideológicas a Malo de Molina y Viñals. En estas circunstancias, son los otros dos los que tienen abiertas posibilidades. En el entorno del PP no se descarta al ex director general Luis Linde, ahora en Banco Interamericano de Desarrollo (BID), aunque tuvo una salida abrupta del banco, o incluso a alguno de los consejeros elegidos por el PP en la última renovación del consejo del banco (José María Marín y Ángel Luis López Roa).

Sean quienes sean los elegidos, el dúo que dirija el Banco de España los próximos seis años a partir de julio se va a encontrar con una etapa posiblemente muy distinta. El sistema crediticio español goza de fama de solidez, solvencia y eficiencia competitiva en todo el mundo, pero el próximo mandato va a medir la verdadera estatura del Banco de España.

El Banco de España, con la ampliación de la fachada en primer término.
El Banco de España, con la ampliación de la fachada en primer término.CRISTÓBAL MANUEL

La esquina de Caruana

El Banco de España cumple este año su 150 aniversario. Y lo conmemorará con la celebración del consejo rotatorio del BCE en Madrid en junio y la inauguración de la ampliación de la sede del banco. Una obra muy ambiciosa encargada a Moneo y con la que Jaime Caruana va a dejar memoria si cuaja lo que dentro de la entidad llaman "la esquina de Caruana".

Caruana, un hombre del mundo bursátil al que Manuel Pizarro presentó a Rato, llegó al sillón de gobernador tras un curso acelerado en Tesoro y la Supervisión de la institución. Durante estos años se ha volcado en la internacionalización. Se ha caracterizado por ser un gobernador viajero (algunos dicen que más que Álvarez Rendueles), dejando las cuestiones domésticas a Gonzalo Gil.

Durante esta etapa, la banca española se ha consolidado como una de las de más dinámicas y capitalizadas del mundo. Ello no impidió que sufriera la crisis latinoamericana. Tampoco ha logrado que las cajas salgan de la industria ni que se acelere el crédito hipotecario.

Dentro, no ha tenido demasiados problemas. Le sorprendió la sacudida del Eurobank y, sobre todo, la aparición de las cuentas secretas del BBV, que provocó un seismo en la entidad que acabó presidiendo en solitario otro de sus viejos compañeros de Bolsa, Francisco González. Hubo otro episodio que involucró a esta entidad, el fracasado intento de Sacyr de controlarla. Caruana fue reticente. Solbes le apoyó, pero recientemente en plena OPA de Endesa, presidida por Pizarro, el ministro le criticó por "extralimitarse" al decir que se le investigaba a La Caixa por un crédito al PSC.

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Sobre la firma

Miguel Ángel Noceda
Corresponsal económico de EL PAÍS, en el que cumple ya 32 años y fue redactor-jefe de Economía durante 13. Es autor de los libros Radiografía del Empresariado Español y La Economía de la Democracia, este junto a los exministros Solchaga, Solbes y De Guindos. Recibió el premio de Periodismo Económico de la Asociación de Periodistas Europeos.

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