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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Nam June Paik, músico y 'padre del videoarte'

Mostró sus trabajos en el Museo Reina Sofía de Madrid

Hijo de un gran empresario coreano del acero, Nam June Paik, cuando sólo tenía 18 años de edad, emigró huyendo de la guerra en su país, primero a Hong Kong y luego a Tokio, donde realizó estudios de licenciatura en Música y en Historia del Arte. Su tesis -dedicada a Arnold Schömberg- anticipó su interés por las versiones más radicales de la música contemporánea y por las posibilidades implícitas en ellas de sobrepasar en todos los sentidos posibles los límites impuestos a la música por la cultura clásica.

Por eso no fue nada accidental que en 1956, cuando continuaba estudios en la Universidad de Múnich, estableciera una relación intensa con Karlheinz Stockhausen y que poco después, en Colonia, se encontrara con John Cage, a quien desde entonces consideró su maestro. Hasta el punto de que en una de sus últimas entrevistas -concedida a Tilman Baumgärtel- anunció su proyecto de construir en 2012 -cuando el centenario del nacimiento del gran artista americano- una "catedral de láser" en el PS1 de Nueva York, desde la que se pudiera emitir la música de Cage a todo el mundo.

La muerte de Paik, el domingo pasado en Florida, pone en entredicho ese espléndido proyecto, pero no el hecho de que Cage contribuyera significativamente a la transformación de Paik de músico en padre del videoarte, como suele decirse. O sea, en uno de los artistas que más tempranamente y con más talento que tantos otros descubrió las posibilidades de apropiación artística y de interpretación musical inédita, primero de la televisión y del vídeo, luego de las emisiones por satélite y finalmente de Internet.

De hecho, el concierto que ofreció en 1959 en Wüppertal, con 12 monitores de televisión desperdigados por el suelo de la sala, es normalmente reconocido como uno de los episodios fundacionales del videoarte. Después vinieron los proyectos y las obras en las que, mediante un imán puesto directamente sobre el monitor, se podían distorsionar a voluntad las imágenes emitidas por el mismo. Paik la justificó así: "La televisión nos ha atacado durante toda la vida; es hora de que le devolvamos el golpe". Esta actitud anarquista y contestataria le hizo conectar de inmediato con Fluxus, con su fundador, Gregory Maciunas, y con Joseph Beuys, una de sus más prominentes figuras.

En 1963, Paik se traslada a Nueva York, inicia una fructífera relación de trabajo con la chelista Charlotte Moorman y sorprende con la destrucción "accidental" por un coche del robot K-456, un prototipo diseñado por su hermano que emitía discursos de Kennedy, de Churchill y de Hitler.

En 1969 presenta el proyecto Television as a Creative Médium en la Howard Wire Gallery de Nueva York, y en 1982 el Museo Whiteny de la misma ciudad ofrece una retrospectiva de sus performances, vídeos y videoinstalaciones.

Muestra por primera vez su trabajo en España con piezas incluidas en la segunda edición del Festival Internacional de Vídeos, organizada por el Círculo de Bellas Artes de Madrid, y en la exposición Procesos, culturas y nuevas tecnologías en el Museo Reina Sofía, ambas en 1986. En 2001 realiza otra gran retrospectiva de su obra en el Museo Guggenheim de Bilbao.

En las Olimpiadas de Seúl interviene con un proyecto denominado Good Morning Mr. Orwell, en el que participan, entre otros, David Bowie y Peter Gabriel y que fue transmitido a todo el mundo vía satélite. Igualmente representativa de su actitud siempre abierta a la exploración de usos insólitos o inesperados de las nuevas tecnologías de la comunicación, su propuesta de las information superhightways, que, al comienzo de los años noventa del siglo pasado, propuso como una medida anticrisis equiparable a los proyectos de obras públicas emprendidos en los años treinta en América por la Administración de Roosevelt.

Paik murió en su casa de Florida debido a las secuelas del derrame cerebral que sufrió en 1994. Sin embargo, su obra y, sobre todo, sus lecciones sobre cómo los artistas pueden apropiarse de las nuevas tecnologías siguen absolutamente vivas.

Nam June Paik.
Nam June Paik.ASSOCIATED PRESS

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