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Crónica:FÚTBOL | 17ª jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

Insaciable Eto'o

La efectividad del delantero del Barça marcó la diferencia ante el Celta en un partido muy exigente

Ramon Besa

La voracidad, instinto y rapidez de Eto'o no tienen límites, como corresponde al mejor jugador de África, ni tiene precio en un club europeo tan confortable como el Barcelona. En un partido de máxima exigencia, porque el juego del Celta compitió siempre con el del Barça, el delantero camerunés batió anoche al último portero que se le resistía y ya les ha cobrado al menos un gol a cuantos equipos forman en una de las categorías más selectas del fútbol continental. Le efectividad de Eto'o, que ya cuenta tantos goles como partidos (17), ratificó la jerarquía futbolística del Barcelona, que amplió a 13 la serie récord de victorias consecutivas, 10 en la Liga, como sólo ocurrió en la temporada 1955-1956.

BARCELONA 2 - CELTA 0

Barcelona: Víctor Valdés; Oleguer, Puyol, Márquez (Belletti, m. 90), Sylvinho; Iniesta (Motta, m. 83), Edmilson, Deco; Messi (Giuly, m. 66), Eto'o y Ronaldinho.

Celta: Esteban; Ángel, Sergio, Lequi, Placente; Núñez (Javi Guerrero, m. 65), Oubiña, Iriney, Silva; Canobbio (Jorge, m. 81); y Baiano.

Goles: 1-0. M. 37. Ronaldinho saca rápido una falta para Eto'o, que la cruza ante la salida de Esteban.

2-0. M. 67. Iniesta se revuelve en la frontal del área grande y asiste a Eto'o, que define de disparo fuerte y colocado.

Árbitro: Pérez Lasa. Mostró la tarjeta amarilla a Lequi, Sylvinho, Oubiña y Ángel.

Camp Nou. 61.294 espectadores.

El camerunés suma 17 goles, tantos como partidos y ha batido a todos los equipos de Primera División
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La voracidad goleadora del 'Pichichi'

Los números y los premios que a diario reciben los mejores futbolistas azulgrana invitan a dormirse en los laureles. Para suerte de los azulgrana, sin embargo, ningún trofeo detendrá a Eto'o en su carrera para alcanzar la fama de los futbolistas brasileños y europeos, siempre mejor puntuados, normalmente más mediáticos. La fuerza africana anima a Eto'o (51 tantos como azulgrana) a solucionar los partidos del Barça como quien no quiere la cosa, con un par de remates que pesan más que el entrejuego, rebajado ayer de forma notoria.Los tantos del ariete llegaron puntualmente, cuando más los necesitaba su equipo y peor habían de sentar al rival, enrabietado con el árbitro, que estaba entregado a la causa azulgrana.

Equipo muy bien montado, el Celta recoge en cancha ajena tantos parabienes como reproches encaja en Balaídos. No tiene jugadores para llevar la iniciativa y de ahí su dificultad para enfrentar a determinados rivales como local. En cancha ajena, en cambio, sus transiciones resultan deliciosas por lo rápidas. La velocidad con que arma la contra desarma a la mejor defensa, y la del Barcelona no es precisamente referencial, sobre todo por los laterales, cuyas desatenciones obligan al medio centro a reducir espacios reiteradamente.

Tiene Fernando Vázquez a tres futbolistas excelentes para noquear al adversario más atrevido. Oubiña es una delicia como medio centro, Silva se maneja estupendamente como interior izquierdo y Baiano es muy capaz de rematar hasta con el ombligo. Al Barcelona no le quedó otro remedio que tirar la línea del fuera de juego para procurar contrarrestar las penetraciones celestes por los dos costados. Achicar el campo y confiar en el oficio de Edmilson, en cualquier caso, le sirvió para reducir las situaciones de riesgo, que no para eliminarlas.

Baiano, especialmente rápido, se ganó dos ocasiones en dos minutos. El ariete remató cruzado a la madera y acto seguido chutó al cuerpo de Valdés en un mano a mano, que no es su suerte. Aunque se perfiló bien, al brasileño le faltó fortuna en una, y en la otra le sobró precipitación. Espléndido cuando enfocaba la portería contraria, al Celta le perdió una desatención defensiva y una travesura de Ronaldinho. El delantero azulgrana botó un libre indirecto para Eto'o mientras los defensas y medios forasteros discutían con el árbitro por la falta, y el camerunés cruzó la pelota sobre la salida de Esteban.

La efectividad de Eto'o disimuló las carencias del Barcelona, que hasta el momento estaba pasando un mal rato, más que nada porque abusaba del juego de conducción. Jugaba demasiado acaramelado, muy dulzón, encantado de conocerse, y no conseguía alcanzar el área. Iniesta no tenía para quién tocar a las bandas y tampoco filtraba pases interiores. Falto de profundidad y de extremos, se atropellaba en el balcón del área hasta que apareció el picante de Eto'o. El pichichi del equipo y del campeonato repitió después con un segundo tanto ya más selecto. El equipo ya se había soltado con el tanto a favor y mezclaba el juego con mayor precisión. La aparición de Iniesta expresó el buen funcionamiento barcelonista. El volante recibió de espaldas en la línea de tres cuartos, aclaró el campo con un giro y abrió a la derecha para la llegada de Eto'o, que no perdonó. El tanto acabó con el Celta, que dio el partido por imposible después de haberlo disputado con grandeza. Nada pudo hacer ante los goles inevitables de Eto'o, casi siempre decisivos, nunca de relleno, especialmente agradecidos por la hinchada azulgrana por lo que suponen también de martirio madridista. A veces parece que cada gol de Eto'o valga por dos: uno se lo apunta el Barça y el otro se le descuenta al Madrid.

La actuación del ariete fue tan capital en ataque como la de Edmilson en defensa. El equipo agradece el sentido táctico del brasileño en partidos como el de ayer, en el que se le enfrentaron buenos futbolistas. Hasta Ronaldinho perdió la paciencia y le soltó un codazo a Ángel en una acción que no se sancionó porque se supone que nunca actúa de mala fe, sino por el bien del fútbol. Fatigado de Zúrich, Ronaldinho se conformó con mezclar bien con Eto'o para expresar su complicidad. No ha lugar para el egoísmo en un equipo solidario que, tras resolver con simplicidad asombrosa los últimos envites en la Liga, ansía medirse con el Chelsea.

Eto'o, después de marcar el último de sus dos goles al Celta.
Eto'o, después de marcar el último de sus dos goles al Celta.REUTERS

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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