Nace el 'proyecto genoma' del cáncer
La secuenciación completa de diversos tumores permitirá investigar fármacos específicos para cada alteración genética
La Administración pública de EE UU ha iniciado el proyecto destinado a averiguar qué anomalías genéticas contribuyen al desarrollo del cáncer, un esfuerzo que supera en complejidad al Proyecto del Genoma Humano y que podría conducir al establecimiento de nuevas pruebas diagnósticas y nuevos tratamientos para la enfermedad. En los próximos tres años se dedicarán 83 millones de dólares (unos 70 millones de euros) a una fase piloto del proyecto que se denominará Atlas del Genoma del Cáncer. "Es un proyecto revolucionario", sostenía en Washington Anna D. Barker, directora adjunta del Instituto Nacional contra el Cáncer. "Va a dotar a todos los investigadores que trabajan en cáncer de un nuevo conjunto de datos con los que operar".
El Instituto contra el Cáncer aportará la mitad del dinero y la otra mitad la aportará el Instituto para la Investigación del Genoma Humano. Ambos forman parte de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH).
Desde hace tiempo los científicos saben que las mutaciones genéticas que se acumulan en las células normales a lo largo de la vida de una persona convierten a dichas células en cancerosas. Aproximadamente se conocen ya 300 genes implicados en el cáncer, y hay unos cuantos fármacos que funcionan interfiriendo en anomalías genéticas específicas. El Gleevec, por ejemplo, bloquea un cambio genético que causa un tipo de leucemia y logra remisiones en la mayoría de los pacientes con esa forma de la enfermedad. Otros estudios han demostrado que Iressa, un fármaco contra el cáncer de pulmón, probablemente funcione muy bien en el 10% de los pacientes con un tipo determinado de mutación, y escasamente en todos los demás.
Pero muchos investigadores consideran que una búsqueda más sistemática podría hallar muchos más genes y variaciones genéticas que influyen en que un cáncer determinado sea más o menos virulento, y determinar por tanto qué fármacos funcionan mejor. Los primeros frutos, como nuevas pruebas diagnósticas, podrían verse dentro de unos años. "Seguimos trabajando con una brújula incompleta", comenta Francis S. Collins, director del Instituto Nacional para la Investigación del Genoma Humano. "Éste es el momento adecuado para dedicar toda la fuerza de la genómica al cáncer".
El proyecto supondrá determinar la secuencia de letras en el ADN de células tumorales obtenidas de biopsias o de cirugía. Los científicos también van a buscar otros cambios como las duplicaciones o las supresiones de genes, o las diferencias celulares en función de que determinados genes estén o no activados. En febrero, un comité asesor del Instituto Nacional contra el Cáncer propuso el proyecto, que según sus cálculos costará 1.125 millones de euros a lo largo de nueve años. La fase piloto supondrá estudiar cientos de muestras de tumores de dos o tres tipos de cáncer, que no han sido aún determinados. La decisión dependerá de factores como la disponibilidad de muestras de tumor.
Un proyecto completo supondría estudiar 50 tipos de cáncer. El piloto escogerá los que tengan relativamente poca variabilidad para minimizar el riesgo de fracaso. La cantidad de secuencias de ADN implicadas podría superar fácilmente a lo realizado en el Proyecto Genoma Humano, que determinó la secuencia de los 3.000 millones de unidades de ADN que existen en los cromosomas humanos. Dado que cada célula cancerígena contiene un genoma completo, determinar la secuencia completa de miles de células será como hacer miles de proyectos genoma. Y como hacer miles de genomas completos es ahora mismo poco práctico, según Collins, el proyecto piloto prevé secuenciar sólo 1.000 o 2.000 genes específicos. Los resultados se volcarán en bases de datos disponibles gratuitamente para los investigadores.
© The New York Times
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