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Aulas

Málaga: un dispositivo integrador y eficaz

La unión hace la fuerza. Esta máxima rige el plan integral contra el absentismo que desde hace 15 años se desarrolla en la provincia de Málaga bajo la coordinación de la Delegación de Educación.

En este dispositivo de prevención del absentismo participan la citada delegación, la Consejería de Igualdad y Bienestar Social, la Consejería de Justicia, la Fiscalía del Menor, 12 municipios malagueños de más de 10.000 habitantes, que tienen competencias asistenciales y en materia de protección de menores, y la Diputación Provincial, que representa a los pueblos más pequeños. Todos forman parte de la Comisión Provincial de Educación.

Javier Madrid, director del equipo técnico para la Orientación Educativa de Málaga, es el coordinador de este plan, con una estructura similar al que se implantará en toda Andalucía mediante la Orden del 19 de septiembre de 2005 que desarrolla varios aspectos del Plan Integral para la Prevención, Seguimiento y Control del Absentismo Escolar.

Madrid recuerda que a principios de la década de los noventa aún se podían ver por las calles de Málaga a niños sin escolarizar "que incluso ejercían la mendicidad" por encargo de sus padres. Una situación que comenzó a erradicarse con este dispositivo conjunto con la implicación de todas las instituciones provinciales.

Así, por ejemplo, ayuntamientos como los de Torremolinos, Marbella, Antequera, Benalmádena, Estepona, Fuengirola, Mijas, Rincón de la Victoria, Ronda o Vélez-Málaga, todos con más de 10.000 habitantes, desarrollan sus propios planes contra el absentismo, realizando campañas publicitarias de concienciación y de detección de posibles casos. Sólo en Vélez-Málaga se atendieron 255 casos de absentismo en 2004.

Javier Madrid señala que la efectividad del plan reside en la unión y coincidencia en los fines "pese a los distintos colores políticos" de todos los actores del programa, algo que ha conseguido reducir el índice de escolares absentistas en la provincia a menos del 1%. La especial atención a las zonas más desfavorecidas y la detección y control de menores expuestos a situaciones de desprotección por pertenecer a familias desestructuradas son algunas de las actuaciones que más ayudan a combatir este problema. Madrid reconoce que el plan tiene su punto débil en el tratamiento del "absentismo puro y duro", aquél en el que la familia no tiene un domicilio fijo.

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